28/08/2008

CRÓNICA - "Firme junto al pueblo."


    El día 28Nov68 nuevamente el reconocido piloto 
Miguel Law­ler Fitzgerald aterrizó en el archipiélago austral, en inmediaciones de Puerto Stanley. El intrépido e insólito viaje intentaba conseguir información sobre la asamblea popular convo
cada por Lord Chalfont, Ministro de Estado para Asuntos Latinoamericanos del Foreign Office Británico. El funcionario inglés, había arribado a las islas con el fin de llevar a cabo una consulta sobre la opinión de los isleños acerca de la soberanía de las islas. La máquina empleada para su segundo viaje, fue el Aero Com­mander LV-JGE, propiedad de Editorial Sarmiento / Diario Crónica. Esta aeronave contaba con una capacidad para 8 pasajeros y además estaba equipada con radar.
Junto con Fitzgerald, viajaron en esa oportunidad Héctor Ricardo García, responsable del periódico anteriormente citado, y el periodista Juan Carlo
s Nava. La máquina se encontraba desde previos a partida desde Aeroparque Metropolitano, en el sector de aeronaves civiles de la aerostación. Sus ventanas habían sido cubiertas a fin de que no se pudiera observar su interior.
    El 26Nov68 a las 16.00 hs. Fitzgerald irrumpió en Aeroparque, y 10 minutos después despegó con rumbo a Como­doro Rivadavia. La misión había sido programada con anterioridad, pero debió ser postergada. En el interior de la aeronave se habían removido algunos de los asientos a cambio de tres tanques adicionales de combustible, de los cuales salían cables plásticos que se conectaban con los motores a través de las ventanillas. El combustible era bombeado por una pequeña bomba alojada debajo de uno de los asientos. La primera etapa del viaje fue una silenciosa marcha de cinco horas. Antes de aterrizar en el aeropuerto de Co­modoro Ri­vadavia se testeó el precario sistema de bombeo.
    A las 22.00 horas en Comodoro Ri­vadavia se llenaron los tanques auxiliares y posteriormente se marcharon a descansar, con el fin de reemprender la partida a las 5.00 horas. Pero Fitzgerald consiguió un pronóstico climático de contrabando, que no auspiciaba buen tiempo, por lo que decidieron retrasar el vuelo para las 10.00 hs.

    El 27Nov68 a las 12.30 horas aterrizaron en el aeropuerto de Río Gallegos. Durante el trayecto desde Comodoro Riva­davia, uno de los tanques comenzó a perder combustible.     Esta situación se palió tapando las pérdidas con papeles y trapos. Los integrantes de la tripulación soportaron mucho frío debido por las ventanillas el aire que entraba era sencillamente gélido. Se mantenían las ventanas semi-abiertas para evitar la acumulación de gases. Además Fitzgerald comentaba que no era aconsejable encender el sistema de la calefacción.
    Poco después, a las 13.43 horas, partieron rumbo a las islas presentando un plan de vuelo que detallaba como destino otro "aeródromo argentino". Pero pasada media hora desde el decolaje de Río Gallegos, Fitzgerald informó radialmente el verdadero propósito del vuelo. En el interior del Aero Comman­der sólo llevaban una máquina fotográfica y una filmadora de 16 mm, no existiendo ninguna arma o símbolos que atentaran contra la moral de los isleños.
Fitzgerald solía manifestar que se consideraba en el tiempo, el responsable de haber convencido a Héctor Ricardo García, -dueño de Crónica- para realizar el viaje. Poniendo énfasis en la importancia de contar con una visión argentina de los hechos que se vivían en las islas ante la visita del ministro inglés.
    A las 15.30 horas se tomó contacto con el archipiélago, al visualizar la isla San José. Minutos después pudo observarse el Monte Adán de 698 metros de altura. A las 15.50 horas la máquina cruzaba el Estrecho de San Carlos con una visibilidad óptima y a las 15.55 horas se emitió el último mensaje con destino a Río Ga­llegos, en el cual se daba cuenta de que se intentaría aterrizar.
    Al sobrevolar Puerto Stanley, siendo a las 16.10 horas, Fitzgerald observó que la pista de caballos de la ciudad, que oportunamente utilizara en su vuelo anterior, había sido obstaculizada. Por lo tanto, se vio en la necesidad de buscar un sitio donde poder realizar el aterrizaje. La elección recayó sobre una senda, ya que en las islas no existían caminos. Fitzgerald conocía lo inestable del terreno. Además, debió realizar la maniobra con un intenso viento de costado. Por tal motivo, a la hora de hacer las evaluaciones del caso, dedujo que no contaba con las mejores probabilidades.
    El avión tocó el terreno, saltó, y realizó un carreteo de 200 metros aproximadamente. Pero en su carrera resultó desviado hacia un costado por la presencia de un pozo, haciendo que una pata se incrustara en una zanja. Acto seguido el tren izquierdo se replegó y que la hélice impactó contra el suelo.
    El piloto compartió un pensamiento que le sugirió ese momento: "Si el avión no se rompe, los pasajeros tampoco". El primero en salir de la maltrecha aeronave fue él mismo, tratando de hacer una rápida evaluación de los daños.
Un helicóptero de la Royal Navy no tardó en hacerse presente en el lugar, posándose a no menos de cinco minutos del incidente. Del mismo descendieron un grupo de efectivos militares. Se trataba de un Westland Whirlwind HAR.9 perte­neciente al buque HMS Endurance de color rojo y amarillo que lucía el número 48. -Recuerda Fitzgerald-.
    El rápido diagnóstico del piloto de la aeronave, determinó que el avión sufrió daños de consideración, que totalizaron un 25%: rotura de tren de aterrizaje, motor y ala izquierda más distintos boquetes sobre el fuselaje. Sin embargo, la máquina era reparable. Irónicamente estaba asegurada en Inglaterra bajo la compañía aseguradora Lloyds.
Seguidamente, a tripulación fue detenida en el lugar. A fin de establecer la identidad cada uno de los tripulantes presentaron las respectivas cédulas otorgadas por la Policía Federal Argentina. Acto seguido en la Oficina de migración se produjo un sintético diálogo:

"Mr Fitzgerald, 'you already had been here before?". Respondiendo sintéticamente: "Yes Sr".
"Mr García You had also been here before?." Fitzgerald intenta oficiar de interprete, pero García res­ponde rápido y nervioso: "¡Yes, yes pero la otra vez como pasajero, eh!. ¡Cómo pasajero!!! Tome nota."

Recorte del día 28Nov68
    Posteriormente los tres viajeros fueron trasladados en calidad de detenidos a bordo del buque HMS Endurance que los remitiría hasta Río Gallegos. De regreso en Buenos Aires Fitzgerald en persona comenzó a realizar los trámites legales para rescatar la aeronave de alguna manera, aunque más no sea en vuelo con el tren fijo y algunos parches. A tal fin se dirigió a la embajada inglesa, en donde especificó su estrategia para regresar con la aeronave. Al encontrarse con el agregado aeronáutico éste le manifiesta: "You `ve got the courage and the impetuosity of the Irish.". Aunque enseguida, el funcionario británico lo tranquilizó afirmándole que el avión sería devuelto, pero que el Gobernador de ninguna manera aceptaría que saliera de las islas en vuelo por temor a que en el trayecto le sucediera algún percance, que en lo inmediato podía ser tomado como un acto de represalia por parte de las autoridades de las islas.
    Fitzgerald no quedó muy conforme, ya que se preocupaba por la estructura del Aero­ Commander. Este aparato a diferencia de los aviones de su tipo por tratarse de una aeronave de ala superior las mismas no estaban adosadas al fuselaje por medio de bulones, sino por una línea prolija de remaches.
    La preocupación quedó de lado merced al buen criterio aeronáutico con que los técnicos ingleses que desarmaron la máquina. Esta fue desmantelada y colocada sobre un bastidor para luego ser embarcada rumbo a Mon­tevideo. Desde allí fue transferida a una barcaza y viajó hasta los muelles de La Boca en la Capital Federal. Finalmente fue colocada sobre un camión que la llevaría hasta Morón para su reacondicio­namiento. Pero precisamente en la última etapa del trayecto el avión sufrió más daños de los que poseía a causa del accidente.
    La historia de Crónica y las islas, no acabó en la década del 60. El mismo 02Abr82 con el Lear Jet de Editorial Sar­miento, Fitzgerald y Héctor Ricardo García intentaron volver a a las Islas. Pero al llegar a Comodoro Rivadavia, aproximadamente a las 10.00 de la mañana, no se les permitió seguir viaje, e incluso se los intimó a reabastecerse de combustible y regresar a Buenos Aires.

Datos de la aeronave
LV-JGE Aero Commander 680FL  cn. 680FL-1665-130 ex N4530E.
  • Los hechos narrados han sido transcritos de una charla mantenida con el Señor Fitzgerald en 1994.
  • El viaje anterior fue precedente fue llevado a cabo ida y vuelta en Sep64 a bordo del Cessna 185 LV-HUA.