En la madrugada del 01Feb2012 aterrizó el vuelo AR1133 procedente de Madrid. La máquina, un Boeing 747-475 -LV-AXF- al mando del comandante Marcos Taboada completaba una historia enarbolada en 1976 cuando Aerolíneas Argentinas incorporó su primer Jumbo. El último ejemplar, correspondiente a la versión 400, sólo voló por algo más de ocho años, y no correspondía a los aparatos adquiridos originalmente por la empresa, sino que arribaron de segunda mano tras haber volado en Canadá. Queda la incógnita acerca del destino de las células de los Boeing 747-287 abandonadas al borde de la pista inoperable de Ezeiza. Bueno sería poder preservar al menos uno, aunque en un país donde la historia sólo se toma en cuenta para remover viejas heridas o lograr beneficios parciales, tal vez sería mucho pedir. Se esgrimieron para justificar la baja de los 747, razones económicas. Me pregunto en tal caso, si no debieran desprogramar directamente Aerolíneas Argentinas, y acabar con el problema. Para los amantes de esta esta noble máquina, o aquellos que gusten volar más cómodos, desde Argentina podrán contar con las operaciones de Qantas y Lufthansa.