Una información del diario La Nación del día 22Jul2017 detalla que el tribunal arbitral del Banco Mundial consideró que la expropiación de la empresa estatal llevada a cabo en 2008, causó daños al grupo Marsans, ya que Argentina no realizó el pago por la valuación real que la empresa presentaba por entonces. En el mundo del derecho privado, existe el beneficio de inventario, una manera de aceptar una herencia por la cual los herederos no se hacen cargo con su patrimonio de las deudas del difunto. En el derecho público eso no pasa y los gobiernos heredan las consecuencias del anterior.
Por ende el Estado argentino tendrá que pagar por las bravuconadas de Néstor Kirchner y Cristina Fernández que actúan impunemente secundados por su predilecto grupo de secuaces.
Por aquellos días, poco después de la estatización, se inició un juicio. Los kirchneritas, desafiantes, depositaron un peso como valor simbólico de la empresa, y para ellos comenzó la fiesta. Hoy por hoy el monto a desembolsar asciende a más de US$ 320 millones, más intereses. Llegará el momento de pagar el descontrol del kirchnerismo. Es por eso que parece que a Aerolíneas le apareció un muerto. Y por cierto huele muy mal.