El día 23Mar2024, el Museo Nacional de Aeronáutica integró a su colección patrimonial dos elementos representativos de la industria aeronáutica británica: Una pata de tren de aterrizaje de un caza “Supermarine Spitfire” y un motor “Merlin”. Planta de poder que equipara, entre otros, a los bombarderos Avro “Lancaster”. Aeronave que formó parte de la dotación de la Fuerza Aérea Argentina desde el año 1947.
Un poco de historia
Adolf Galland fue uno de los mejores pilotos de la Lufftwafe, llegando a alcanzar el rango de General. En una ocasión, Hermann Göring, el comandante supremo de la Luftwaffe estaba de visita en Calais para comprobar sobre el terreno las operaciones que estaban desarrollando los pilotos alemanes en la Batalla de Inglaterra. Durante la visita, Galland tuvo la oportunidad de hablar con Göring y cuando éste le preguntó qué necesitaban para poder derrotar a los ingleses en el aire, Galland no se mordió la lengua y le contestó "Déme cinco escuadrillas de Spitfire".
Tal la fama alcanzada por este caza británico, que muchos le atribuyen la derrota alemana sobre los cielos ingleses en duros combates contra su oponente el Messerchmitt Bf 109.
A partir de 1947, la Fuerza Aérea Argentina inició un proceso de adquisición de material aéreo a los fines de renovar su dotación. Gran Bretaña se convirtió en un proveedor de aeronaves de todo tipo. Incluso ejemplares demostradores de cazas “Spitfire” y “Hurricane”. Pero la Fuerza Aérea ya contaba con los cazas italianos FIAT G-55 con características similares a la de los cazas ingleses.
En 1938 se creó el Centro de Aeronáutica en La Plata. Seguidamente, en 1942 el Departamento de Aeronáutica. La carrera de ingeniería aeronáutica de la Universidad Nacional de La Plata, con la colaboración de entidades militares y civiles (privadas y nacionales); gracias al esmero de las autoridades y docentes del departamento obtuvo un importante número de aeronaves con fines didácticos.
Estos elementos han permitido a los docentes y a los estudiantes lograr una preparación acorde a los niveles de otros países del mundo. Alcanzando las tecnologías y metodologías de avanzada para la época. A raíz de las facilidades inglesas para vender sus aviones a Argentina, varias firmas comerciales nacionales obtuvieron la representación de empresas británicas. Una de los colaboradores era la empresa Hennequin y Cía., conocida por haber vendido en Argentina más de 150 entrenadores Miles Magister, destinados a la aviación civil. Precisamente con ese primer lote de estas máquinas, Hennequin importó el Spitfire Mk.VIII -JF-275- Supermarine Spitfire F VIII cn. 3632-, con la intención de utilizarlo como demostrador ante la Fuerza Aérea Argentina, el cual arribó a Buenos Aires en Ago47, época en que ya se había concretado la compra de los Fiat G-55, de manera que nunca fue puesto en vuelo. Por tal motivo, a principios de 1948 fue vendido en forma simbólica por 1 libra esterlina a la Universidad Nacional de La Plata, entidad que lo guardó en depósito durante un par de años antes de utilizarlo para fines de enseñanza. La aeronave poseía sólo 12 hs de vuelo y no contaba con armamento bélico.
El avión sobrevivió permaneció en el Departamento de Aeronáutica, siendo desarmado y armado sucesivas veces por los alumnos. La negligencia y el vandalismo atentaron contra su integridad. En 1966 fue dado de baja por la Universidad, y sus restos se trasladaron a un galpón de Vialidad Nacional de la localidad de Magdalena. En 1979, fueron vendidos como chatarra. Por lo que de esta máquina sólo queda el recuerdo y algunas de sus partes, como el motor Rolls Royce Merlín, que resultó destruido en un incendio en la Facultad de Ingeniería el 22Ago98. Actualmente únicamente se preserva la pata izquierda del tren de aterrizaje, gracias a la acción del señor Marcelo Lorenzo, quien logró rescatar el elemento. El 06Jul019 la donó en comodato al Museo Nacional de Aeronáutica siendo puesta en valor por personal idóneo del MNA.
Otro emblema de la industria aeronáutica británica lo representa el motor Rolls Royce “Merlin”. Esta planta de poder a pistón, enfriado por líquido, de 27 L y 12 cilindros en V a 60°, obtuvo su denominación por un pequeño halcón del hemisferio norte (el falco columbarius, conocido en español como "esmerejón") y no tiene nada que ver con Merlín, el legendario mago del Rey Arturo. Vale recordar que Rolls-Royce solía poner nombres de aves de presa a sus motores de avión. Diversas variantes de estos motores fueron ensamblados por Rolls Royce (en Derby, Crewe y Glasgow), como también por Ford of Britain en Trafford Park, Mánchester. El Packard V-1650 fue una versión del Merlin construida en Estados Unidos.
Una de estas versiones es la que contaban a los 15 bombarderos Avro “Lancaster” BMK-1 pertenecientes al Grupo 2 de Bombarderos de la V Brigada Aérea Villa Reynolds, junto a los más modernos Avro “Lincoln” a partir de 1947.
Los “Lancaster”, matriculados desde el B-031 al B-045 y aunque fueron exitosos al servicio de la Royal Air Force que infligieron grandes daños a la industria pesada alemana, en Argentina no tuvieron significativa performance, ya que las tripulaciones preferían utilizar los “Lincoln”. Siendo utilizados como “cargueros”, nodrizas portadoras de misiles experimentales (PAT-1), fotografía aérea y entrenamiento de tripulaciones. Uno de estos “Merlin” ha sido rescatado merced a la constante labor que el GTRA -Grupo Técnico de Restauraciones Aeronáuticas realiza en el Hangar 4 del MNA.
Jefe del Dto de Investigaciones Historicas del MNA,
SM (R) Walter Bentancor.