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| -Recortes La Nación- |
El terremoto de Chillán fue un sismo intraplaca ocurrido en la zona central de Chile el 24Ene39, considerado en su momento como el que causó la mayor cantidad de fallecidos en el país. Su epicentro se localizó en la comuna de Quirihue, afectando principalmente a la ciudad de Chillán, la cual resultó completamente destruida.
Consecuentemente, el 30Ene39 hubo un intenso movimiento de aviones en el aeropuerto Los Cerrillos, destacándose la llegada de aeronaves argentinas y norteamericanas, que portaban ayuda para paliar la grave tragedia. Asimismo, el tráfico aéreo se incrementó con el arribo de diversas aeronaves que trasladaban heridos desde Chillán y Concepción, algunos de ellos evacuados a bordo de varios Douglas DC-2 de Panagra (-NC13729/P-35 & NC14292/P-31-).
A las 8:30 del 30Ene39 arribó el Waco LV-YDA, procedente de Buenos Aires, trasladando a Carlos Mihanovich, destacado aviador y empresario argentino con una amplia trayectoria en la aviación comercial. El empresario llegó acompañado del Dr. Samuel Bosh, quien, ante el grave siniestro, comprometió su ayuda en colaboración con el Dr. Fernando Meana.
A las 9:00 horas del 30Ene39, aterrizó el Curtiss T-32 Condor II 0058/3-Gt-2 de la Armada Argentina, al mando del suboficial piloto Andrés F. Basani. La aeronave había partido desde Buenos Aires el día anterior y trasladaba al Dr. César Escudero y su equipo médico. Además, en su interior se transportaba diverso equipo médico, y la aeronave estaba equipada con todos los elementos necesarios para realizar traslados sanitarios. A su llegada, el avión fue recibido por altos jefes militares, personal de la Cruz Roja y autoridades locales. A las 13:00 horas del mismo día, el avión argentino fue remitido a Chillán.
Seguidamente, a las 12:00 horas del 30Ene39, arribó el Junker Ju-52 "Pampa" de Aeroposta, al mando del piloto Leonardo Silvetti. El avión fue enviado con un cargamento de ayuda humanitaria suministrada por el gobierno de la provincia de Santa Fe.
El gobernador de la provincia de Santa Fe, Roberto M. L. Vasena, encabezó las gestiones para organizar la ayuda humanitaria. Su gobierno trabajó en estrecha colaboración con organismos de ayuda internacional como la Cruz Roja Argentina, para garantizar que la asistencia llegara de manera rápida a las zonas afectadas por el terremoto. Entre el cargamento se incluían 55 camas de campaña y dos equipos de rayos X.
Desde Argentina también se enviaron 20 toneladas de trigo por tren, como parte de la ayuda alimentaria destinada a los afectados por el terremoto. Además, 200 enfermeras se ofrecieron voluntariamente para trasladarse por tren a Chile y colaborar en las tareas de rescate y atención médica. Parte de la asistencia también arribó en un avión de Air France procedente de Buenos Aires, transportando suministros médicos y otros recursos necesarios para la emergencia.
El Curtiss T-32 Condor II de la Armada Argentina cumplió una extensa misión de socorro en territorio chileno, trasladando suministros médicos, alimentos y personal sanitario a las zonas más afectadas por el terremoto. La aeronave también participó en la evacuación de heridos y en las tareas de rescate en áreas de difícil acceso. Su misión se extendió durante varias semanas, regresando a Argentina recién el 28Feb39.
El terremoto de Chillán no solo desbordó la resistencia de un pueblo devastado, sino que también reveló la fuerza de la solidaridad internacional. La aviación argentina, a través de sus vuelos de auxilio, se convirtió en un puente vital entre el sufrimiento y la esperanza. Los aviones no solo transportaron suministros, sino también el compromiso mutuo que trasciende las fronteras.
Detalle de las aeronaves argentinas.* 0058/3-Gt-2 Curtiss T-32 Condor II cn. 64 Armada Argentina.* LV-BAB Junkers Ju52/3m cn. 5833 Aeroposta Argentina.* LV-YDA Waco YKS-6 cn. 4536 Mihanovich Guerrero Carlos.
