La Copa Mundial de Fútbol Juvenil de la FIFA de 1979, se desarrolló en Japón. Para seguir los cotejos, era necesario mirar los partidos en horarios nada comunes para la época. La televisión realizaba trasmisiones especiales, ya que en ese tiempo no había programación continua. Mucho menos cable o streaming.
Finalmente, el combinado argentino, plagado de promesas futbolísticas llegó a la final, que se disputó el día 07Sep79 en el estadio Olímpico de Tokio. La mala noticia era que cayó un viernes. Sin negociación posible, mis padres no me dejaron faltar al colegio. Masticando bronca, pateando piedras, y con la rebeldía propia de la edad, llegué al colegio. En ese trayecto fui testigo de un desierto que indicaba que la atención general estaba concentrada en una cosa muy alejada de lo cotidiano. Faltaba menos de una hora para el inicio del cotejo. Para dirigirme al aula debía atravesar un patio interno, que se utilizaba como salón de actos, en el cual me encontré como único testigo al rector del colegio, quien se peleaba con un televisor, -por supuesto en blanco y negro-, a fin de poder lograr una sintonización digna. La orden no se hizo esperar: "Ayudame a extender ese cable, para conectarlo a la antena". Con la premura del caso acaté y tuvimos éxito en pocos intentos. La suerte del día había cambiado. De a poco fueron llegando otros desafortunados como yo que. al ver la misma situación que yo acababa de vivenciar, transformaban su rostro en alegría. Al momento del partido, éramos menos de 50 alumnos de casi 300, el rector, dos preceptores, la portera y un número indeterminado de profesores.
El seleccionado juvenil se coronó campeón. Además, exhibió un distinguido juego a lo largo de todo el torneo, con un intratable Ramón Díaz, que se consagró como goleador del torneo. En la final se impuso 3 a 1 al combinado de la Unión Soviética. El festejo en el salón del colegio fue muy particular.
El retorno de los campeones se concretó el día 10Sep79. Las comunicaciones aéreas entre Tokio y Buenos Aires, nunca tuvieron frecuencias directas. Muy a pesar de contar en Argentina con una de las colectividades niponas más grandes del mundo. Por lo que el equipo juvenil argentino emprendió su regreso vía Río de Janeiro, seguramente vía Varig. Mientras tanto desde Buenos Aires se remitió hasta la ciudad carioca el Fokker F-28 TC-53 de la Fuerza Aérea Argentina, -cn.11020-. El Fellowship tocó pista a las 18:00 con seis horas de demora sobre lo previsto. No obstante, el plantel recibió un eufórica y espontánea acogida desde afuera de la reja del sector militar del "Aeroparque Jorge Newbery”. En plataforma, la delegación fue recibida por el comodoro Carlos Rodríguez Noguera, -jefe de la estación aérea-, dirigentes familiares de los jugadores y medios de comunicación. Desde afuera, el público totalmente embanderado propiciaba un bullicio digno de la consagración.
Además del equipo juvenil, arribó el árbitro Arturo Andrés Ithurralde, quien se desempeñó durante el mundial como juez de campo. Como capitán del equipo, Diego Maradona inició un desordenado descenso por la escalerilla portando la Copa del Mundo. Anticipando las aglomeraciones que pudieran perjudicar el traslado, desde el gobierno habían dispuesto a un costado de la plataforma, dos helicópteros Puma, que recientemente el Ejército Argentino había incorporado. Con ellos se trasladó la totalidad del equipo hacia el estadio de Atlanta, donde también los aguardaba una multitud, El estadio del “Bohemio” en Villa Crespo dio cabida a los dos helicópteros. Desde allí, los jugadores pudieron abordar un par de autobuses que los condujeron hasta la Casa Rosada.
Desde lo personal tampoco llegué a ver el arribo por televisión porque se trató de un día lunes, y por la tarde tuve educación física. La repetición de las noticias, en esos días, no solía ser lo recurrente de los informativos de hoy. Pero el tiempo, y las herramientas del presente dieron revancha, pudiendo obtener material por diversos medios. Haciendo comparaciones en el tiempo, queda claro que la llegada de estos campeones fue más organizada que la de 2022.