Como se informó el 06Feb2017, el plantel de Atlético Tucumán viajó a Ecuador para medirse por un encuentro clasificatorio por la Copa Libertadores de América. Para tal fin utilizó un Boeing 737 de Aerovías DAP -CC-AAG-. Los contingentes deportivos que concurren a competir en esas geografías, suelen realizar un proceso de aclimatamiento para combatir los efectos nocivos de la altura sobre el nivel del mar, por lo cual Guayaquil es casi una escala obligada antes de someterse a la competencia en la rigurosa capital ecuatoriana, lo mismo sucede en La Paz - Bolivia. El día 07Feb2017 cuando la aeronave se disponía a partir desde el Aeropuerto Internacional José Joaquín de Olmedo, el plantel tucumano debió abordar otro avión debida cuenta que las autoridades de esa estación aérea, retuvieron durante casi tres el avión que trasladaba al equipo tucumano, asegurando que no contaba con los permisos para volar por el cielo de la capital ecuatoriana.
Cuando faltaba un poco más de una hora para que se juegue el encuentro el presidente Mario Leito consiguió otro aeronave para trasladar al equipo, que llegó al campo de juego con lo justo, y aun así se impuso por 1 a 0 en el cotejo. La ironía fue que minutos después de la partida del plantel con destino a Quito, el Boeing 737 charteado fue habilitado para despegar. Es claro que aun está muy fresco la desgracia vivida por el Chapecoense, pero sin dudas el presente suceso debe brindar la debida y rápida explicación por parte de las autoridades aeronáuticas, como así de la empresa chilena. No sea cosa que a partir de la tragedia se especule con el deseo de conseguir una mera ventaja deportiva.