Con el tiempo, muchos de estos movimientos, comenzaron a demostrar cercanas adhesiones al régimen Castrista, que parece no tener fin para Cuba. Dentro de la gama de manifestaciones violentas se desarrolló la modalidad del secuestro aéreo. Muchos de estos llegaron con éxito a tierras cubanas, mientras que otros intentos fueron frustrados, o como el suceso detallado en la presente reseña, que se trató de un mero hecho delictivo.
El miércoles 30May1973, un Lockheed L-188 Electra de la empresa colombiana SAM - Sociedad Aeronáutica Medellín -, fue secuestrado, mientras realizaba un vuelo doméstico entre las ciudades colombianas de Cali, Pereira y Medellín. En pleno vuelo, la aeronave fue desviada a la capital Bogotá por dos jóvenes provistos de cuchillos y armas de fuego. Tras una breve escala liberaron a 10 pasajeros. Desde el aeropuerto El Dorado se dirigieron al Aeropuerto Princesa Beatriz Oranjestad, de Aruba donde liberaron 31 pasajeros más. A partir de ese momento los secuestradores recién dieron signos de identificarse como integrantes del Ejército de Liberación Nacional Colombiano. Existe una versión que indica que los captores deseaban arribar a tierras cubanas, pero no pudieron hacerlo tras el conocimiento en vuelo que el gobierno de Castro no le daría asilo a los delincuentes. Por tal motivo debieron aterrizar en Aruba. No obstante la tripulación tras el final del episodio, negarían tal pretensión de los captores.
Desde Aruba decolaron con destino a El Salvador, pero las autoridades salvadoreñas manifestaron una enérgica negativa de dar ingreso a la nave secuestrada a su territorio. La nave prosiguió viaje con destino a Panamá, pero tampoco lograron aterrizar, ya que el estado panameño, reaccionó igual que su par salvadoreño. Por tal motivo el Electra regresó a Aruba. Luego de una serie de negociaciones, el aparato partió rumbo a Lima.
El trayecto hasta Perú contempló una escala técnica en Guayaquil, Ecuador, que sólo duró media hora. El arribo del Electra, bautizado “Venus”, a la capital peruana fue cerca del medio día. Dentro de la aeronave además de los pasajeros se encontraban los miembros de la tripulación, compuesta por 3 azafatas, y los dos pilotos. La aeronave permaneció una hora sobre la loza del aeropuerto Jorge Chávez. En dicha circunstancia se liberaron 14 pasajeros, todos de sexo masculino, que de inmediato regresaron a Colombia a bordo de un vuelo de Avianca. El capitán de la nave Jorge Lucena, fue reemplazado en la capital peruana por el capital Hugo Molina, quien poco después del incidente declaró: “Los secuestradores no sabían donde ir”.
Los secuestradores del vuelo de SAM, habían dado plazo hasta las 11.00 horas del día viernes 01Jun, para que la empresa colombiana, entregara U$S 200.000, con el fin de liberar la aeronave. Hasta ese momento las autoridades de la empresa habían otorgado U$S 50.000 dólares, a su paso por la isla caribeña. Pero los secuestradores, reiteraron su pedido, además exigieron la liberación de 140 presos políticos del gobierno colombiano, circunstancia que fue desestimada.
El avión fue reabastecido y además recibieron 31 raciones de comidas. Para obtener los víveres, los se hizo descender a una de las azafatas, apuntándole a la cabeza. Previamente habían amenazado con hacer volar el aparato.
Tras la partida de Perú, la opinión pública poco conocía acerca del derrotero de la nave, es por ello que sorprendió el arribo del Electra al aeropuerto mendocino, El Plumerillo, a las 20.08 horas. Durante la estancia mendocina, los secuestradores se alteraron demasiado, debido a la falta de cooperación de las autoridades, debiendo los pasajeros actuar para calmarlos.
De inmediato el Ejército Argentino se movilizó, al tiempo que la Cancillería Argentina autorizó el aprovisionamiento de combustible, para que la máquina prosiguiese viaje con destino a Ezeiza. La máquina partió a las 22.26 horas con destino declarado al aeropuerto de Ezeiza, pero previamente liberaron en la capital mendocina a 9 pasajeros. Los pasajeros declararon que poco o nada podían ver de los aeropuertos que descendieron, ya que los sediciosos hacían bajar las ventanas y mantener la cabeza de los rehenes entre las piernas.
En el transcurso del nuevo vuelo, supuestamente a Buenos Aires, los secuestradores le ordenaron al piloto que cambiara el rumbo, con destino a Resistencia, y prohibieron el uso de la radio. De esta manera, sorpresivamente la máquina aterrizó a las 0.35hs en el aeropuerto de Resistencia. El avión permaneció solamente dos minutos sobre la pista, despegando con rumbo norte.
A la 1.25hs, la aeronave volvió a sobrevolar la capital chaqueña. Tras tocar tierra solicitaron aceite para uno de los motores, debido a que una de las plantas de poder presentaba problemas de presión.
En Resistencia, los secuestradores manifestaron que escaparían, llevándose a las tres azafatas. Pero la tripulación les propuso que bajaran solos y que a cambio no darían aviso a las autoridades aeroportuarias. Al llegar a la cabecera uno de los captores bajó rápidamente por la puerta trasera, mientras apuntaba hacia el interior de la nave. El avión partió con destino a Asunción, mientras el malhechor huía. La aeronave aterrizó en Asunción del Paraguay a las 2.00 horas con el fin de que el segundo captor descienda. Luego de unos minutos volvió a despegar.
Poco tiempo después la máquina se hallaba con destino a Ezeiza. Tras la liberación, los rehenes comentaron que los secuestradores habían amenazado a los miembros de la tripulación, anotando las direcciones de sus hogares. En total volaron más de 20.000 km, con un tiempo que sumó más de 60 horas, 30 de ellas horas de vuelo.
Desde Aruba decolaron con destino a El Salvador, pero las autoridades salvadoreñas manifestaron una enérgica negativa de dar ingreso a la nave secuestrada a su territorio. La nave prosiguió viaje con destino a Panamá, pero tampoco lograron aterrizar, ya que el estado panameño, reaccionó igual que su par salvadoreño. Por tal motivo el Electra regresó a Aruba. Luego de una serie de negociaciones, el aparato partió rumbo a Lima.
El trayecto hasta Perú contempló una escala técnica en Guayaquil, Ecuador, que sólo duró media hora. El arribo del Electra, bautizado “Venus”, a la capital peruana fue cerca del medio día. Dentro de la aeronave además de los pasajeros se encontraban los miembros de la tripulación, compuesta por 3 azafatas, y los dos pilotos. La aeronave permaneció una hora sobre la loza del aeropuerto Jorge Chávez. En dicha circunstancia se liberaron 14 pasajeros, todos de sexo masculino, que de inmediato regresaron a Colombia a bordo de un vuelo de Avianca. El capitán de la nave Jorge Lucena, fue reemplazado en la capital peruana por el capital Hugo Molina, quien poco después del incidente declaró: “Los secuestradores no sabían donde ir”.
Los secuestradores del vuelo de SAM, habían dado plazo hasta las 11.00 horas del día viernes 01Jun, para que la empresa colombiana, entregara U$S 200.000, con el fin de liberar la aeronave. Hasta ese momento las autoridades de la empresa habían otorgado U$S 50.000 dólares, a su paso por la isla caribeña. Pero los secuestradores, reiteraron su pedido, además exigieron la liberación de 140 presos políticos del gobierno colombiano, circunstancia que fue desestimada.
El avión fue reabastecido y además recibieron 31 raciones de comidas. Para obtener los víveres, los se hizo descender a una de las azafatas, apuntándole a la cabeza. Previamente habían amenazado con hacer volar el aparato.
Tras la partida de Perú, la opinión pública poco conocía acerca del derrotero de la nave, es por ello que sorprendió el arribo del Electra al aeropuerto mendocino, El Plumerillo, a las 20.08 horas. Durante la estancia mendocina, los secuestradores se alteraron demasiado, debido a la falta de cooperación de las autoridades, debiendo los pasajeros actuar para calmarlos.
De inmediato el Ejército Argentino se movilizó, al tiempo que la Cancillería Argentina autorizó el aprovisionamiento de combustible, para que la máquina prosiguiese viaje con destino a Ezeiza. La máquina partió a las 22.26 horas con destino declarado al aeropuerto de Ezeiza, pero previamente liberaron en la capital mendocina a 9 pasajeros. Los pasajeros declararon que poco o nada podían ver de los aeropuertos que descendieron, ya que los sediciosos hacían bajar las ventanas y mantener la cabeza de los rehenes entre las piernas.
En el transcurso del nuevo vuelo, supuestamente a Buenos Aires, los secuestradores le ordenaron al piloto que cambiara el rumbo, con destino a Resistencia, y prohibieron el uso de la radio. De esta manera, sorpresivamente la máquina aterrizó a las 0.35hs en el aeropuerto de Resistencia. El avión permaneció solamente dos minutos sobre la pista, despegando con rumbo norte.
A la 1.25hs, la aeronave volvió a sobrevolar la capital chaqueña. Tras tocar tierra solicitaron aceite para uno de los motores, debido a que una de las plantas de poder presentaba problemas de presión.
En Resistencia, los secuestradores manifestaron que escaparían, llevándose a las tres azafatas. Pero la tripulación les propuso que bajaran solos y que a cambio no darían aviso a las autoridades aeroportuarias. Al llegar a la cabecera uno de los captores bajó rápidamente por la puerta trasera, mientras apuntaba hacia el interior de la nave. El avión partió con destino a Asunción, mientras el malhechor huía. La aeronave aterrizó en Asunción del Paraguay a las 2.00 horas con el fin de que el segundo captor descienda. Luego de unos minutos volvió a despegar.
Poco tiempo después la máquina se hallaba con destino a Ezeiza. Tras la liberación, los rehenes comentaron que los secuestradores habían amenazado a los miembros de la tripulación, anotando las direcciones de sus hogares. En total volaron más de 20.000 km, con un tiempo que sumó más de 60 horas, 30 de ellas horas de vuelo.
El 02Jun por la noche, la tripulación de la máquina secuestrada se encontraba en Buenos Aires, alojados en el hotel Sheraton. La nómina de los pasajeros que debieron seguir dentro de la aeronave hasta el final era: Luis Alfonso López Delgado; Freddy Gómez Cienfuentes; Pedro Noel Quinteros, Arcenio Olave Valencia; Elias Cuellar López; Carlos Sierra Carmona; Pedro Consuegra Uribe; Carlos Isaza Sánchez y José Eduardo Medrano González. La única comida que ingirieron durante 48 horas fue la que se proporcionó en Lima, ya que cuando el avión partió en Colombia sólo llevaba unos sándwichs y gaseosas.
El día 04Jun73 los miembros de la tripulación del "Venus" declararon ante el Juzgado Federal Nº2 de La Plata, atendido por el Dr. Armando Emilio Grau. Como dato sobresaliente, declararon que uno de los secuestradores descendió en Resistencia, mientras que el otro, lo hizo en Asunción. El carreteo de la aeronave se realizó con las luces apagadas hasta alcanzar una distancia de dos kilómetros de la aerostación. El captor que bajó en Resistencia descendió con un rehén. El piloto en primera instancia había manifestado que ambos secuestradores habían descendido en Resistencia. También declararon que durante todo el secuestro, los delincuentes mantuvieron sus rostros tapados con capuchas, y que en ningún momento se llamaron a sí mismos por su nombre. También declararon que el acento no correspondía a personas colombianas, sino bolivianas. Los secuestradores se negaron a dirigirse a Cuba, Guatemala o Panamá. Cuando se sobrevoló la provincia de Formosa, uno de los miembros de la tripulación sugirió descender allí. Violentando el carácter de los secuestradores, que cuestionaron, cual era el verdadero interés de descender allí. Finalmente el mismo día la tripulación y el resto del pasaje partieron de regreso a Colombia, finalizando la odisea.
El día 04Jun73 los miembros de la tripulación del "Venus" declararon ante el Juzgado Federal Nº2 de La Plata, atendido por el Dr. Armando Emilio Grau. Como dato sobresaliente, declararon que uno de los secuestradores descendió en Resistencia, mientras que el otro, lo hizo en Asunción. El carreteo de la aeronave se realizó con las luces apagadas hasta alcanzar una distancia de dos kilómetros de la aerostación. El captor que bajó en Resistencia descendió con un rehén. El piloto en primera instancia había manifestado que ambos secuestradores habían descendido en Resistencia. También declararon que durante todo el secuestro, los delincuentes mantuvieron sus rostros tapados con capuchas, y que en ningún momento se llamaron a sí mismos por su nombre. También declararon que el acento no correspondía a personas colombianas, sino bolivianas. Los secuestradores se negaron a dirigirse a Cuba, Guatemala o Panamá. Cuando se sobrevoló la provincia de Formosa, uno de los miembros de la tripulación sugirió descender allí. Violentando el carácter de los secuestradores, que cuestionaron, cual era el verdadero interés de descender allí. Finalmente el mismo día la tripulación y el resto del pasaje partieron de regreso a Colombia, finalizando la odisea.
Detalle de la Aeronave:
* cn. 1010 - Lockheed L-188 Electra FF. 22Oct58. N5505 Eastern Airlines dlv. 10Nov58 - HK-1274 SAM Oct71 "Venus" - retornó a Eastern Airlines Feb77, transferido a Gulftream American y almacenado en Mojave, CA. posteriormente Desguazado.
Fuentes citadas: Diario Clarín Ediciones – del 01Jun1973 al 05Jun1973, Diario La Prensa 01Jun73. The Lockheed L-188 Electra inColombia – By Jaime Escobar Corradine / Laahs. 1068 - http://www.aussieairliners.org/ . ///
* cn. 1010 - Lockheed L-188 Electra FF. 22Oct58. N5505 Eastern Airlines dlv. 10Nov58 - HK-1274 SAM Oct71 "Venus" - retornó a Eastern Airlines Feb77, transferido a Gulftream American y almacenado en Mojave, CA. posteriormente Desguazado.
Fuentes citadas: Diario Clarín Ediciones – del 01Jun1973 al 05Jun1973, Diario La Prensa 01Jun73. The Lockheed L-188 Electra in