En busca de una identidad
Fotografías vía Christian Volpati, Juan Carlos Rodríguez, & Samuel Sambra |
Al remontarse al origen de la empresa Austral, no se puede dejar de mencionar que, a modo de una serie televisiva, la aerolínea contó con una suerte de una precuela. Estamos hablando de Aerovías Monder SRL, nombre surgido de la combinación de los apellidos de los socios principales: Alberto L. de Ridder y E. Montal. La compañía surgió inmediatamente en el post-peronismo durante el mes de Oct55, con la meta de brindar transporte pasajeros y carga al exterior.
La flota primigenia de esta apuesta resultó un tanto heterodoxa, integrando un Avro Anson, un Beech AT-11 Kansan y un Lockheed Lodestar. Al presente bagaje se sumó una aeronave de mayores dimensiones: un Curtiss C-46. Asimismo, operó temporalmente dos Fairchild C-82A Packet. Dada la diversa procedencia de los elementos aeronáuticos, la única referencia en común, ha sido la portación del nombre de la empresa sobre el fuselaje, el cual no siempre respetó el mismo formato en toda la flota. La aerolínea no llegó a concretar sus planes. Pero el hecho de salir prontamente del mercado, en el seno de sus máximos responsables siempre prevaleció la idea de crear una nueva empresa.
De esta forma, en Feb57 fue creada Austral Compañía Argentina de Transporte Aéreo SACI, cuyo principal accionista procedía de la Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia (Grupo Menéndez Behety & De Ridder SA). -Ver Línea Ala-
A lo largo del tiempo, se verá que Austral, a través del color, intentaría diferenciarse de la realidad imperante, entendiendo que el empleo de diferentes tonalidades podía utilizarse para estimular, vender y llamar a los consumidores a generar una opción.
La aeronave inicial que conformó la flota de Austral, procedía de Aerovías Monder: el Curtiss C-46, identificado con el registro LV-FSA. Al momento de la creación de la compañía, el bimotor lucía un fuselaje en metal, con la parte superior en blanco, donde se alojaban los títulos de la por entonces nueva empresa. Por debajo de la línea de las ventanillas, y a lo largo de todo el fuselaje se extendía un conjunto de líneas unidas en negro, amarillo y rojo. Estas se interrumpían en la sección posterior para dar cabida a la matrícula del aparato. El timón, lucía enteramente blanco, portando la figura de un pingüino. De esta manera se inauguraba la relación icónica, de la empresa con el ave marina. Al mismo tiempo, en un primer término, los títulos de Monder SRL. se mantuvieron en la parte inferior de la cola del aparato. Mientras que el estabilizador vertical, daba lugar a los colores de la bandera argentina. Algunos interpretaron que los colores de las líneas fueron azul oscuro, amarillo y rojo. Sin embargo las pruebas irrefutables de las fotografías determinan que el color negro fue el empleado en el esquema.
Antes de la culminación del primer cuatrimestre de 1957, Austral sumaría dos Curtiss adicionales. A partir de la llegada de estos aviones, la imagen corporativa fue retocada. Se preservó la zona ventral en metal. Ahora la parte superior blanca, se hallaba delimitada por líneas de tres colores, -negro, amarillo y rojo-, que no sólo habían ganado en tamaño, sino que al mismo tiempo fueron posicionadas a la altura de la línea de las ventanillas. En la parte delantera, el conjunto de líneas se resumía en un círculo que daba albergue al logo de Austral: el pingüino, que por años fue un genuino sinónimo de la empresa. El círculo quedaba posado sobre una punta en flecha en dirección a la proa. En la parte posterior las líneas de colores se disgregaban de forma escalonada desde la parte superior, prevaleciendo la línea negra hasta los estabilizadores. Las matrículas fueron relegadas por debajo del trazo tricolor, en la parte posterior e inferior de fuselaje.
De forma genuinamente coherente, se procedió a bautizar los aviones de la flota, con los nombres Caiquén LV-FSA, Pingüino LV-GEB y Petrel LV-GED. Todos ellos hacían referencia a distintas aves naturales del sur argentino. También se implementó la portación de un cheatline tricolor emplazado en la parte inferior del timón, que hacia el final del mismo esbozaba una ligera curvatura hacia arriba. Además, la mayor parte de la superficie del timón lucía en color gris perla. Reproduciendo la idea de la línea tricolor, las góndolas de los motores, exhibían un grueso sector en negro, dispuesto en forma diagonal, el cual lindaba con dos líneas de menores dimensiones en amarillo y rojo. La presente decoración, precedía el nombre del modelo modificado: "Super 46". Esta nomenclatura del aparato también se hacía presente en lo alto de la cola de los aparatos, siendo delimitado en el interior de un triángulo azul oscuro. No obstante, no fue posible confirmar si estos detalles fueron implementados en el avión LV-FSA.
En 1960, con la intención de iniciar operaciones de carga a los EE.UU., la empresa sumó una aeronave Douglas DC-4. Este avión arribó con el esquema propio de la empresa Pan Am y títulos de la compañía argentina, pero pronto le fue aplicado el último esquema descripto. Sin embargo, a la hora de elegir un nombre, se optó por bautizarlo como "Pancho". La empresa no con consiguió los permisos necesarios, y esta máquina no perduró en el seno de Austral, siendo vendida en Bolivia durante 1963. -ver ¿Qué fue de la vida de Pancho?- & El único DC-4.
Pero para la época en que se había sumado el cuatrimotor, Austral había sumado otros Curtiss, -ver Uno distinto-, al tiempo que vigorizó la conformación de su flota, sumando algunos C-46 procedentes de las filas de la malograda empresa Transcontinental. Alguno de estos sumó la libea de la empresa.
El uso de la presente imagen perduró hasta la llegada de los primeros Douglas DC-6 en 1961, haciendo que los elementos operativos convivieran por un tiempo hasta tanto se adoptaba paulatinamente la nueva imagen en la totalidad de los aviones.
Próxima entrega "Mientras tanto en Rosario..."