05/06/2018

Los Starfighter que no fueron

-Esquema tentativo que los F-104 podrían llegar a lucir en Bolivia-
El gobierno militar boliviano que tomó el poder en Jul80, encabezado por Luis García Meza Tejada estaba decidido a modernizar la Fuerza Aérea Boliviana, intentando reemplazar la antigua flota de combate, compuesta por ese entonces con cazas North American F-86 Sabre sobrevivientes de un lote de 10 adquiridos a Venezuela en 1973 y 13 Canadair/Lockheed T-33.
El Decreto Supremo N° 19580, del 03Sep81 autorizó al  Comando General de la Fuerza Aérea Boliviana a adquirir, nada menos que 52 aviones Lockheed F-104 Starfighter procedentes de la Fuerza Aérea de Bélgica. Por entonces se preveía adquirir también un grupo de elementos necesarios en la operación de estas máquinas, a saber, un simulador de vuelo nuevo, otro simulador incompleto, doce turbinas nuevas, otras doce turbinas usadas, una planta de mantenimiento para motores, un bien provisto lote de repuestos. El acuerdo incluía el entrenamiento de las tripulaciones y personal técnico a cargo de la firma Promotions and Ventures Ltda. de Bélgica. De parte de Bolivia la operación la llevaba adelante la firma nacional denominada Sudamericana de Exportaciones e Importaciones Ltda. -SUDEXIM LTDA.-. La suma de la transacción por todo concepto ascendía a U$S. 69.993.567.
Por ese tiempo, como muchas Fuerzas Aéreas de la OTAN, Bélgica, estaba ingresando a sus filas los aviones General Dynamics F-16A. Pero respecto a los F-104 había otro interesado que era Taiwán. El interés del país de oriente no tardó en encontrar un freno directo con las serias objeciones impuestas por el gobierno de China. Otras posibilidades, indicaban que los aviones podían recalar en Grecia y Turquía. De hecho, algunos F-102G habían sido transferidos previamente a este último país. Por todo lo expuesto, no sería extraño suponer que se haya utilizado a Bolivia para favorecer a Bélgica con una mejor posición a la hora de recibir ofertas por los aviones a desprogramar. Mientras tanto, se aguardaba que el Banco Central de Bolivia librara los avales necesarios para el financiamiento de la supuesta adquisición.
Respecto a la nave, el Lockheed F-104 Starfighter fue un caza interceptor, supersónico, monomotor de alto rendimiento, desarrollado originalmente para US Air Force, que entró en servicio en 1958, y participó de la Guerra de Vietnam. Un total de 2578 Starfighter, se ensamblaron, operando con las fuerzas aéreas de quince naciones, principalmente con fuerzas del Atlántico Norte. Bélgica sumó para su Fuerza Aérea un total de 101 cazas F-104G, que fueron ensamblados por la compañía belga SABCA. A estos se sumaron 12 entrenadores biplaza TF-104G fabricados por Lockheed. Los aparatos sirvieron desde el 14Feb63 al 19Sep83 con los escuadrones 23° y 31° (cazabombarderos), y también con el 349° y 350° como interceptores. A lo largo de su actividad 38 F-104G y 3 TF-104G resultaron accidentados, mientras que 23 de los supervivientes fueron finalmente vendidos a Taiwán y 18 a Turquía, el resto fue preservado o bien desmantelados.
Como los tiempos se dilataban para Bolivia, en Oct81 surgió la posibilidad de adquirir 24 unidades usadas del Dassault Mirage V procedente de las filas del Armée de l'air durante, a entregar en Mar83. Medios periodísticos enunciaban que la llegada de estos aviones estaba relacionada con la extradición a Francia del jefe de la SS y la Gestapo Klaus Barbie en 1983. Este personaje también fue conocido como El carnicero de Lyon, había vivido oculto en territorio boliviano casi desde el fin de la II Guerra Mundial. También terció la oferta de IAI Industries de proveer un número menor de aviones Kfir C2, aparato que llegó a realizar una demostraciones en el país del altiplano. Transitando May84 la empresa Radcom Systems de EE.UU. llegó a un acuerdo con el Ministerio de Defensa belga, para adquirir los 50 Lockheed F-104G Starfighters, que se encontraban almacenados en la base de la Fuerza Aérea de Koksijde por una suma de £ 16-2 millones en crédito, para que el estado europeo cubriera ,los insumos necesarios para su moderna flota de General Dynamics F-16 Fighting Falcon. Para ese entonces la propuesta para vender los F-104G belgas a Bolivia había vetadas por el Servicio Exterior belga. Respecto a los "Delta" franceses e israelíes tampoco serían de la partida en Bolivia, por tal motivo la Fuerza Aérea Boliviana adquirió un lote adicional de 18 Canadair T-33-SF/SC Mark III "Silver Star" procedentes de Francia, que operaron hasta 2017 -ver Roll Out-.