El accidente ocurrió en Cerrillos, cerca de la ruta 68 y sólo una persona resultó herida, de las 12 que se encontraban a bordo.
El accidente ocurrió a las 19.40 y sólo hubo un herido leve. La aeronave transportaba cuatro empresarios franceses que recorrían campos del interior con intenciones de adquirir terrenos para actividades productivas.
La aeronave, aparentemente un GAF Nomad N-22, ZP-TDZ, se dirigía de Joaquín V. González al aeropuerto de Salta. Volaba a unos 12 mil pies cuando una falla técnica le hizo perder estabilidad y precipitarse en tierras de una finca privada ubicada a metros del camino a Colón, a 700 metros de las vías y a un kilómetro de la intersección con la ruta 68.
Sólo se lastimó un hombre que fue derivado en un primer momento al hospital Santa Teresita de Cerrillos con traumatismos leves cerca de las 20. Todos salieron de la nave por sus propios medios y fueron ellos mismos los que dieron aviso a la Policía.
Viajaban cuatro franceses acompañados por tres hombres de Buenos Aires y tres mujeres de Formosa para conocer Salta.La máquina había sido alquilada por los europeos en Asunción de Paraguay y los dos pilotos eran procedentes de ese país. El incidente ocurrió luego de una hora y diez minutos de vuelo y, según los primeros trascendidos, el congelamiento de un conducto de combustible lo habría originado.
Sólo Santiago Debaisieux, un empresario de 30 años radicado en Buenos Aires que viajaba con el grupo, se quedó en el lugar del hecho a pedido de la Policía hasta después de las 21. El resto de los pasajeros se trasladó a un hotel de la ciudad de Salta para pasar la noche cuando apenas habían transcurrido menos de 30 minutos desde el accidente.Antes de retirarse, Debaisieux relató que el vuelo se desarrollaba tranquilamente cuando la nave comenzó a "bambolearse" y en pocos segundos estaba en el piso.
Durante la caída, el aparato perdió el ala izquierda al impactar con un árbol a pocos metros de donde quedó finalmente.La Policía acordonó el lugar del incidente cerca de las 21 para impedir el paso de numerosos curiosos que se acercaron ya que había un derrame de combustible. Un vecino comentó que fue de los primeros en llegar y aseguró que entre los que salieron ilesos había un hombre "con un turbante" y un anciano de unos 80 años de edad.La nave viajó con los empresarios franceses desde Paraguay a Buenos Aires, donde subieron los hombres.
Luego voló de Buenos Aires a Formosa, donde se sumaron las tres pasajeras, y desde allí hacia Salta.
Debaisieux aseguró que acompañaba a los franceses mientras conocían territorios del interior de Salta y Formosa que tenían interés en adquirir, aunque no precisó cuáles.
Anoche se esperaba que llegara personal de aeronáutica de la provincia para realizar pericias y rescatar la caja negra.
Dijo un bombero cerrillano "Un gran susto con increíble suerte""Cuando llegamos al lugar del accidente aéreo esperábamos encontrarnos con el peor de los cuadros y al ver que los ocupantes de la aeronave estaban vivos no lo podíamos creer", remarcó el jefe del Destacamento de Bomberos Voluntarios de Cerrillos, Jorge Hernán Figueroa, tras asegurar que los pasajeros del vuelo siniestrado "se salvaron milagrosamente".
Figueroa y el bombero Daniel Chocobar se contaron entre los primeros en llegar al sitio donde el bimotor tuvo un "aterrizaje" que sus ocupantes no olvidarán por el resto de sus vidas. "El avión tocó tierra en un campo arado y su descenso fue tan violento que el tren de aterrizaje se rompió y el ala izquierda se partió. Las hélices también quedaron destruidas y la trompa terminó deformada", precisó el jefe de los bomberos cerrillanos, al describir los principales daños que mostraba la aeronave."El avión quedó detenido a sólo 30 metros al Sur del camino a Colón luego de dar un brusco giro hacia la derecha y estamparse contra un árbol. Para sus ocupantes fue una enorme suerte que así se dieran las cosas, porque si el avión giraba sobre su izquierda habría impactado contra un cableado de alta tensión y hubiera ocurrido un desastre.
También hubiéramos estado lamentando una terrible tragedia si la máquina se estrellaba contra el canal que quedó a sólo 30 metros de su línea de descenso", puntualizó.
Sobre lo relatado el socorrista insistió en que anoche, a unos tres kilómetros al Oeste de la localidad de Cerrillos y a 30 metros al Sur de la ruta 23, se asistió a uno de esos rarísimos accidentes aéreos que Figueroa bien resumió como "un gran susto con increíble suerte".
Sólo un moretón. La historia es increíble y el relato de lo que pasó en el aire, lo aportó Manuel Wechsler el joven empresario de 31 años quien fue el único lesionado luego del accidente.
"Estábamos a 10 kilómetros del aeropuerto y comenzamos con las maniobras de aterrizaje, pero notamos que bajamos muy rápido" comentó el paciente que fue trasladado a una clínica privada de nuestra ciudad. "En ese momento pasamos por una cortina de nubes y sentimos que se paralizaron los motores. Unos segundos más tarde vimos que empezó a salir humo de una de las alas del avión y recibimos la orden de colocarnos en posición de impacto" relató. El empresario ingresó a la guardia de la Clínica El Parque por sus propios medios con un traumatismo en su pierna derecha. Allí se le practicaron los exámenes de rigor que incluyeron un tomografía computada donde se determinó que Wechsler no tenía heridas ni golpes de gravedad, por lo que fue dado de alta casi al instante.En su desesperación el empresario recuerda haber visto como la nave se colocaba en posición vertical al suelo, cayendo en picada y asegura que un árbol los protegió de una caída trágica.Después del susto rescata la cuota de humor que según su relato, la aportó la propia gente que llegó al lugar del accidente para auxiliar a los heridos. "Nos pedían que les regalemos algo nuestro, como un zapato, una media o algo para que les diera suerte", afirmó. Wechsler ingresó a la clínica a la 20 de ayer. Antes de las 22 ya había sido dado de alta.