El Área Quilmes Material, es la una vieja Base de Fuerza Aérea Argentina, emplazada sólo unos kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires. La misma fue destinada para la reparación helicópteros y aviones de pequeñas dimensiones. Desde los años 90s no es muy utilizada. También, durante algún tiempo supo albergar en su interior, algunas piezas del Museo de Aeronáutica.
En Sep93, se realizó en este aeródromo, con pista de césped, un festival denominado Mantenar 93. Más allá de las pocas oportunidades de observar algunas aeronaves en vuelo, la seducción del paseo consistía en la posibilidad de encontrar algunos aviones almacenados en el interior de dicha unidad. De hecho, después pasar revista a la muestra, junto con un Sergio Minchiotti, nos dirigimos más allá del estacionamiento, donde habíamos divisado el fuselaje vacío del BAC 1-11, -ex LV-JNS-. Más allá aun, tres Douglas C-47, almacenados. Éstos eran TC-27 R4D cn. 4280, TC-33 C-47A cn. 20013 y TC-34 C-47A-20DK cn. 12792. Los aviones habían sido radiados del servicio activo quedando en guarda por unos años en la unidad. En poco tiempo vieron perder algunas partes vitales, como motores, hélices, sus neumáticos estaban en llanta, mientras que las partes móviles habían sido afectadas por el viento. No obstante, a pesar de cargar con casi tres años a la intemperie, los fuselajes no contaban con daños significativos. Apenas llegamos a las aeronaves intentamos entrar. Para nuestra sorpresa, todas las puertas estaban abiertas. Durante algún tiempo dejamos de hablar entre nosotros, como esperando que alguna voz nos dijera que no teníamos permitido pasar. Finalmente pasamos y habiendo cumplido un extensivo tour por cada una de las aeronaves, al momento de descender del TC-27, se nos acercaron dos personas, las cuales nosotros pensamos que formaban parte del personal seguridad en camino a reprendernos. Una nueva sorpresa sucedió cuando estas personas dieron muestras de ser tan merodeadores, como nosotros. Tímidamente ellos nos pidieron permiso para subir a la máquina, pensando que nosotros éramos personal de seguridad. Una de esas personas, era Roberto Faggiani, otro de los entusiastas del medio. El final de la historia es que el C-47, TC-34 viajó algunos pocos kilómetros, a bordo de un camión para ser preservado en dentro del predio de la Asociación Aeromodelista Río de la Plata, situado en la localidad bonaerense de Ezpeleta. El TC-33 permaneció guardado en el campo de aviación mencionado en Oct95, y fue transferido de allí al Aero Club Baradero, donde se estableció un mini-museo. Finalmente los TC-27 después de los numerosos intentos vender la máquina, por parte de la Fuerza Aérea Argentina, el mismo fue donado a Manuel Antih, siendo remitido a la localidad de General Pacheco, donde forma parte de un Museo privado.