Motivado por la curiosidad, un equipo de andinistas llegó hasta el lugar donde había ropa, una turbina, una puerta y otros enseres.
Una turbina, una puerta, ropa para niños y varias partes de un avión de la desaparecida empresa de aviación comercial estadounidense Eastern Airlines, que se estrelló en 1985 en el Illimani, fueron halladas esta semana por un grupo conformado por cuatro andinistas bolivianos.
Juan Carlos Escóbar, experto en la ascensión de montañas, relató que hace varios días sobrevoló las alturas del Illimani y allí se percató de la presencia de estructuras externas al nevado, por lo que decidió organizar un equipo para trasladarse al lugar.
Según reportes de prensa de esa época, el 31 de diciembre de 1984, el Boeing 727 salió de Asunción con destino a la ciudad de Miami, EEUU. Horas después, la aeronave se estrellaba contra el Illimani con 28 pasajeros a bordo, entre los que se encontraba el hombre más rico de Paraguay acompañado por su familia, dos miembros del Cuerpo de Paz y ocho coreanos.
La tripulación, que estaba al mando del capitán Larry Campbell, quien pilotaba por primera vez en los cielos de Bolivia, estaba compuesta por profesionales chilenos y estadounidenses.
Según Escóbar, “cuando sobrevolé, hace un año, vi algo que no pertenecía al glaciar en el lugar donde supuestamente se había estrellado el avión de la Eastern, entonces tenía curiosidad de poder verificar aquello, y junto a un equipo de tres personas más fuimos hasta el lugar. Con mucha suerte pudimos encontrar, el miércoles pasado, los restos de un avión muy grande”.
Así, y todavía con algunas dudas, los andinistas acudieron a un mecánico con las fotografías de su hallazgo. “Primero pensamos que podía tratarse de otro avión, pero luego hablamos con un mecánico que tiene más de 30 años de experiencia y nos confirmó que se trataba del Eastern”.
Además de las partes de la nave encontradas, Escóbar dijo que observaron muchas piezas de ropa para niños, “algunas casi intactas y otras inclusive incrustadas en la montaña”.
Hace 21 años, durante los días y meses después del accidente, el país, y en especial el Illimani, fue el centro de investigaciones y sobrevuelos de equipos que llegaron desde EEUU, lo que despertó la susceptibilidad de los medios de comunicación, porque aparentemente el Gobierno y el Estado bolivianos no estaban a la cabeza de las investigaciones, por lo que se puso en tela de juicio el trabajo de las autoridades nacionales. Ello derivó en un comunicado de las FFAA que reivindicaron las acciones y la soberanía del terreno.
Escóbar señaló que si habría la intención de hacer una investigación más seria sobre lo sucedido en ese accidente, él y su equipo estarían dispuestos a trabajar y ayudar en la pesquisa, ya que saben con exactitud el lugar donde se hallan los restos.
Se debe recordar que las razones del siniestro no fueron totalmente esclarecidas.
Una turbina, una puerta, ropa para niños y varias partes de un avión de la desaparecida empresa de aviación comercial estadounidense Eastern Airlines, que se estrelló en 1985 en el Illimani, fueron halladas esta semana por un grupo conformado por cuatro andinistas bolivianos.
Juan Carlos Escóbar, experto en la ascensión de montañas, relató que hace varios días sobrevoló las alturas del Illimani y allí se percató de la presencia de estructuras externas al nevado, por lo que decidió organizar un equipo para trasladarse al lugar.
Según reportes de prensa de esa época, el 31 de diciembre de 1984, el Boeing 727 salió de Asunción con destino a la ciudad de Miami, EEUU. Horas después, la aeronave se estrellaba contra el Illimani con 28 pasajeros a bordo, entre los que se encontraba el hombre más rico de Paraguay acompañado por su familia, dos miembros del Cuerpo de Paz y ocho coreanos.
La tripulación, que estaba al mando del capitán Larry Campbell, quien pilotaba por primera vez en los cielos de Bolivia, estaba compuesta por profesionales chilenos y estadounidenses.
Según Escóbar, “cuando sobrevolé, hace un año, vi algo que no pertenecía al glaciar en el lugar donde supuestamente se había estrellado el avión de la Eastern, entonces tenía curiosidad de poder verificar aquello, y junto a un equipo de tres personas más fuimos hasta el lugar. Con mucha suerte pudimos encontrar, el miércoles pasado, los restos de un avión muy grande”.
Así, y todavía con algunas dudas, los andinistas acudieron a un mecánico con las fotografías de su hallazgo. “Primero pensamos que podía tratarse de otro avión, pero luego hablamos con un mecánico que tiene más de 30 años de experiencia y nos confirmó que se trataba del Eastern”.
Además de las partes de la nave encontradas, Escóbar dijo que observaron muchas piezas de ropa para niños, “algunas casi intactas y otras inclusive incrustadas en la montaña”.
Hace 21 años, durante los días y meses después del accidente, el país, y en especial el Illimani, fue el centro de investigaciones y sobrevuelos de equipos que llegaron desde EEUU, lo que despertó la susceptibilidad de los medios de comunicación, porque aparentemente el Gobierno y el Estado bolivianos no estaban a la cabeza de las investigaciones, por lo que se puso en tela de juicio el trabajo de las autoridades nacionales. Ello derivó en un comunicado de las FFAA que reivindicaron las acciones y la soberanía del terreno.
Escóbar señaló que si habría la intención de hacer una investigación más seria sobre lo sucedido en ese accidente, él y su equipo estarían dispuestos a trabajar y ayudar en la pesquisa, ya que saben con exactitud el lugar donde se hallan los restos.
Se debe recordar que las razones del siniestro no fueron totalmente esclarecidas.
Un accidente con varias incógnitas: Hallazgo • El primero en dar pistas de los restos del avión siniestrado fue el andinista boliviano Bernardo Guarachi quien, el 4 de enero de 1985, en pleno Illimani y a unos 6.200 metros sobre el nivel del mar, pudo hacer contacto con algunas partes de la aeronave.
Probables causas • Reportes de prensa señalan que en algunas grabaciones que se emitieron desde la torre de control del aeropuerto internacional de El Alto, se habría instruido al capitán de la nave conservar la altura de 32 mil pies hacia el este, pero eso no ocurrió y la nave habría bajado a 16 mil y giró hacia el norte, lo que, sumado a la nubosidad, desató la desgracia. Segundos antes del choque, el capitán de la nave habría intentado retomar la altura pero ya no lo logró. El choque, según esos reportes, causó la desintegración de las personas que viajaban en la nave.
Información de la aeronave: Boeing 727-225 cn. 22556 Reg. N819EA - Datos del accidente en Aviation Safety.