05/12/2006

El avión accidentado no estaba en condiciones operativas

El avión LET-410 del Ejército Peruano identificado como EP-830 que se precipitó a tierra el 28Abr2005 en Pisco, ocasionando la muerte de 12 militares y un piloto civil, no debió salir a volar ese fatídico día, dado que los técnicos de la Aviación del Ejército lo habían declarado inoperativo, según consta en las fojas de entrega y recepción de la mencionada aeronave.
A tenor de dichos documentos, el avión siniestrado, de fabricación checoslovaca, presentaba problemas técnicos diversos y no se hallaba en condiciones de alzar vuelo. Sin embargo, alguna instancia superior autorizó su uso y permitió un vuelo de instrucción. Y así, debido a tan grave negligencia, fallecieron un comandante, dos mayores, cinco capitanes, tres técnicos, un suboficial y un piloto civil de nacionalidad guatemalteca.
Este accidente aconteció cuando la Comandancia General de la Primera Brigada de Aviación del Ejército era ocupada por el general de brigada EP Carlos Miranda Velásquez, quien tras la tragedia no fue relevado de su cargo, ni tampoco recibió la menor sanción. Jefe de dicho oficial era el general de división EP Rafael Hoyos de Vinatea, que por entonces se desempeñaba como comandante general de la Región Militar del Centro (RMC).
Varios documentos reservados revelarían que en las instalaciones de la Aviación del Ejército no se cumplieron con los rigurosos procedimientos de seguridad que deben tomarse cuando se hace el mantenimiento de una nave. Y lo que llama más la atención es el hecho de que, antes del fatídico vuelo, los técnicos del Centro de Mantenimiento Aeronáutico del Ejército (Cemae), instalaran en la nave repuestos que no contaban con los certificados que garantizaran su buen funcionamiento. / 
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