Southern Winds &
el House color sheme
La empresa aérea Sourthern Winds surgió inicialmente en la provincia de Córdoba. El objetivo original de la aerolínea era unir las grandes ciudades del interior sin pasar por Buenos Aires, empleando inicialmente para tal fin aviones Canadair CRJ con capacidad para 50 pasajeros, a los que posteriormente se sumarían turbohélices Dash 8. A principios de los años 90s el constructor canadiense realizó una agresiva campaña publicitaria de sus productos regionales. Vale detallar que la competencia por ese tiempo era extrema, si se tiene en cuenta que en materia de aviones commuter el Dash 8 competía con el SAAB 340, y el ATR-42. Respecto al reactor, corrió con alguna ventaja, aunque prontamente asomaría en la escena Embraer, comenzando con los modelos 135/145 secundados por los 170 & 190/195.
-Campaña publicitaria de Canadair para su CRJ- |
Lo llamativo del caso es que desde el arribo del primer avión de Southern Winds, el mismo portaba un esquema similar en exceso al adoptado por el fabricante (House color scheme). La apuesta de SW resultaba ambiciosa. Reflejo de ello, en sus ideas fuerzas en materia de slogans la flota eran certeros elementos de venta: "La línea aérea más joven y moderna del país". "A veces nos preguntan hasta dónde pensamos llegar. Nosotros contestamos que tenemos destinos, no límites". - Sin dudas la llegada de los CRJ, tuvieron un golpe de efecto notorio en el ambiente aeronáutico, y la gente de SW lo sabía, por lo tanto no perdían ocasión de destacar lo novedoso del caso. El propio Juan Maggio manifestaba acerca del avión: "Es una tecnología sensacional, con algunas características de confort que los hacen únicos, como asientos de cuero mas mullidos. Esto viene a reforzar una vez mas que somos la compañía de aviación con la flota mas joven y moderna del país. El ruido exterior de los motores de los jets es de 53 decibeles por debajo del promedio mundial. Al mismo tiempo la emisión de gases tóxicos es muy inferior al standard permitido". - De acuerdo a algunos relatos personales del propio Maggio, surge un acuerdo con Bombardier, por el cual el tema de la imagen del constructor en los aviones de SW no haya sido mera casualidad. "Comencé Southern Winds con sólo cien mil dólares y un acuerdo con la fábrica de aviones Bombardier, que me prestó un avión y un millón y medio de dólares en repuestos. En realidad, Bombardier aceptó entregarme los modelos CRJ-50 y DASH-8 para bloquear la entrada al país de unos aviones similares que produce la firma brasileña Embraer"
-El CRJ rodando por Aeroparque- |