Concluida la 1ra. Guerra Mundial, donde se observó el nacimiento y un gran desarrollo de los más pesados que el aire, las Autoridades de la República Argentina comienzan a vislumbrar que una forma más inteligente de emplear los recursos destinados al equipamiento de nuestra Aviación de Ejército (precursora de la Fuerza Aérea Argentina) era desarrollar una industria aeronáutica nacional.
Va de suyo que nuestra República no solo fabricaba sino que también exportaba aviones tan temprano como en 1913, pero eran emprendimientos privados que con gran esfuerzo desarrollaban esa actividad -ver Roll Out-.
Es entonces que el Gobierno determina la construcción de una Fábrica Militar de Aviones, cuya piedra fundamental es colocada el 10Nov26 en la provincia de Córdoba, lo extraordinario (desde nuestros parámetros actuales) es que el 10Oct27, hace ya 90 años, se procedía a la inauguración de la primera de las etapas de la fábrica, exhibiendo un parque de 100 máquinas herramientas, y una dotación inicial de 193 Ingenieros, técnicos y personal de maestranza, luego vendrían los laboratorios de aerodinámica, motores, etc.
Como en realidad en la Argentina no había demasiada experiencia en este tipo de desarrollo, y mucho menos en los países del vecindario, se opto inicialmente por adquirir licencias de aviones extranjeros, como una manera de saltar etapas y adquirir el imprescindible conocimiento práctico construyendo modelos ya desarrollados.
Comenzando con el AVRO Gosport que en 1928 ya tenía 28 unidades, seguidos por el Bristol F2B Mk. III con 12 aparatos y el Dewoitine D.21 C-1 del cual se construyeron 38 aparatos.
Un párrafo aparte merece el I.Aé. 22 D.L. (Diente de León) de 1944 y del cual se construyeron 203 aparatos, pero lo (a mí criterio) admirable, es que tras los vuelos de prueba y homologación del prototipo, cuenta la leyenda que se realizó un gran evento en la Fábrica, al cual se invitó a una multitud de propietarios de pequeños talleres metal-mecánicos de la provincia de Córdoba, a los cuales tras mostrarles el prototipo en vuelo, se los invitó a ingresar a un hangar donde se encontraron otro prototipo del I.Aé.22 D.L., pero este totalmente desarmado. La propuesta e invitación de las autoridades de la F.M.A. era que cada uno escogiera que piezas podría construir en sus propios talleres, y que la Fábrica les iba a dar el asesoramiento necesario para llevar a cabo la tarea y luego les compraría la producción. Estaban nada menos que integrando a la comunidad a un proyecto Nacional.
Adjuntos a las presentes lineas se acompañan dos láminas de los veinticuatro aviones, algunos bajo licencia, otros de serie y algunos prototipos construidos entre los años 1927 y 1935, y otra del I.Aé. 22 D.L. entregado a la República del Perú, y una fotografía del aparato custodiado en el Museo Nacional de Aeronáutica ubicado en Morón.
Carlos R. Boisen