"La Paz,— Un avión de la compañía italiana Alitalia que transportaba 200 pasajeros desde Río de Janeiro a Roma fue secuestrado por terroristas presuntamente vinculados al grupo que se atribuyó el atentado de la estación de Bolonia, en 1980, que costó la vida a 85 personas". De esa manera, los cables informativos daban cuenta de la suerte del vuelo AZ8901 el día 10Oct82.
Ese día, el DC-10 aterrizó en el aeropuerto El Alto de La Paz. En todo momento, las autoridades guardaron absoluta reserva sobre el caso. La empresa Alitalia no operaba regularmente en Bolivia.
Las primeras informaciones eran confusas y señalaban que el avión de Alitalia había sido conducido hasta La Paz por el terrorista Pierre Luigi Pagliai, de 29 años, uno de los principales responsables de un atentado ejecutado en Bolonia el 02Ago80. Se informaba que Pagliai, quien también usaba el nombre de Alberto Costa Bruno, había sido herido el día anterior en Santa Cruz de la Sierra y que se encontraba parcialmente paralizado.
Al día siguiente, recién se conoció, durante una escala en Puerto Rico, que la nave había desviado su vuelo regular con el fin de extraditar a un terrorista responsable de un atentado en una estación de tren en Bolonia, y que había sido detenido por la Policía Boliviana luego de un tiroteo en inmediaciones de Santa Cruz de la Sierra. El reo quedó gravemente herido. Los Servicios Secretos italianos habían localizado a Pierre Luigi Pagliai, pero fueron vanos los intentos de extradición, ya que Pagliai colaboraba con funcionarios del gobierno boliviano. En medio de esta situación, se produjo la asunción del presidente Hernán Siles Zuazo, quien permitió que la extradición se llevara a cabo.
El avión fue especialmente fletado por el Ministerio del Interior italiano. De tal manera, la nave que cubría la ruta Río–Roma fue desviada inesperadamente a La Paz. En la capital boliviana embarcaron diez agentes de la Policía Italiana, dos médicos bolivianos y catorce tripulantes. En medio de un vacío informativo, diversos medios de prensa supusieron que la aeronave había sido secuestrada.
En algún momento, la operación pudo fracasar, toda vez que las autoridades aeronáuticas bolivianas reclamaron una vieja deuda que Alitalia mantenía con la administración de aeropuertos bolivianos, lo cual demoró la partida de la máquina. La situación fue subsanada gracias a la intervención del cónsul americano, quien aportó 15.000 dólares para liberar la aeronave.
La nave volvería a recorrer la geografía boliviana años más tarde, cuando Eastern Airlines tomó las rutas de la desaparecida Braniff y, a tal efecto, adquirió tres DC-10 que anteriormente habían pertenecido a Alitalia, entre ellos el cn. 47866.
Las primeras informaciones eran confusas y señalaban que el avión de Alitalia había sido conducido hasta La Paz por el terrorista Pierre Luigi Pagliai, de 29 años, uno de los principales responsables de un atentado ejecutado en Bolonia el 02Ago80. Se informaba que Pagliai, quien también usaba el nombre de Alberto Costa Bruno, había sido herido el día anterior en Santa Cruz de la Sierra y que se encontraba parcialmente paralizado.
Al día siguiente, recién se conoció, durante una escala en Puerto Rico, que la nave había desviado su vuelo regular con el fin de extraditar a un terrorista responsable de un atentado en una estación de tren en Bolonia, y que había sido detenido por la Policía Boliviana luego de un tiroteo en inmediaciones de Santa Cruz de la Sierra. El reo quedó gravemente herido. Los Servicios Secretos italianos habían localizado a Pierre Luigi Pagliai, pero fueron vanos los intentos de extradición, ya que Pagliai colaboraba con funcionarios del gobierno boliviano. En medio de esta situación, se produjo la asunción del presidente Hernán Siles Zuazo, quien permitió que la extradición se llevara a cabo.
El avión fue especialmente fletado por el Ministerio del Interior italiano. De tal manera, la nave que cubría la ruta Río–Roma fue desviada inesperadamente a La Paz. En la capital boliviana embarcaron diez agentes de la Policía Italiana, dos médicos bolivianos y catorce tripulantes. En medio de un vacío informativo, diversos medios de prensa supusieron que la aeronave había sido secuestrada.
En algún momento, la operación pudo fracasar, toda vez que las autoridades aeronáuticas bolivianas reclamaron una vieja deuda que Alitalia mantenía con la administración de aeropuertos bolivianos, lo cual demoró la partida de la máquina. La situación fue subsanada gracias a la intervención del cónsul americano, quien aportó 15.000 dólares para liberar la aeronave.
La nave volvería a recorrer la geografía boliviana años más tarde, cuando Eastern Airlines tomó las rutas de la desaparecida Braniff y, a tal efecto, adquirió tres DC-10 que anteriormente habían pertenecido a Alitalia, entre ellos el cn. 47866.
Detalle de la aeronave* cn. 47866/149 McDonnell Douglas Douglas DC-10-30 - FF. 18Mar74 I-DYNB Alitalia 19Abr74 "Giotto di Bondone", N391EA Eastern Airlines 27Jun85; Walker Leasing Corporation Oct85; Eastern Airlines lb. Westinghouse Credit Corporation Ene86; Eastern Airlines lb.; Westinghouse Credit Corporation 21Sep90; Continental Airlines li, rr. N13067. First Security Bank of Utah; Continental Airlines. Almacenado en Los Ángeles Abr2001. Trasladado a Mojave; 2001. Desmantelado.
