Nuestro amigo Ricardo Ohoka, tuvo la oportunidad de visitar el pasado 02Jul2015, el Museo del Zeppellin, sito en la ciudad de Friedrichshafen al sur de Alemania y a orillas del lago de Constanza, donde de los dirigibles Zeppelin supieron cobrar vida. El museo en sí, está emplazado desde 1996 sobre lo que fuera la antigua terminal de estas naves -Hafenbahnhof-.
El museo contiene un importante archivo y una surtida biblioteca. Su elemento más destacable lo constituye una reconstrucción de 33 metros de la cabina del dirigible "Hindenburg" LZ-129, elemento que presenta dos cubiertas; una inferior que incluye lavabos y el salón fumador -no abierto a los visitantes-, y una cubierta donde se encuentra un salón de escritura, el lounge, la "promenade" y algunas habitaciones de pasajeros.
Además se exhibe una góndola del motor del dirigible Graf Zeppelin LZ-127; la porción frontal de proa del dirigible Hindenburg LZ-130, -rescatado del fuego en la estación aeronaval de Lakehurst, Nueva York-. Además expone diversas vitrinas con elementos relacionados a los dirigibles, y vehículos de la época como un Maybach Zeppelin DS8 de 1938.
Sobre el piso superior del museo exhiben pinturas e ilustraciones correspondiente al arte del sur de Alemania no relacionadas con la historia del Zeppelin.
Vuelo a la nostalgia
Soy un aficionado a subirme en cuanta cosa vuele. No necesariamente como piloto, que lo soy, sino que muchas veces me alcanza con hacerlo como pasajero.
Llevo mentalmente una lista, de aquellos tipos de aeronaves en los cuales aún no he volado. Todavía me faltan las alas deltas, los parapentes y los hidroaviones.
Esta lista incluía los dirigibles. Cuando me enteré que una empresa en las afueras de París volaba este tipo de aeronaves con pasajeros, decidí que iría a la Ciudad Luz, fundamentalmente para probar la experiencia.
Intenté comunicarme, en forma infructuosa, con dicha empresa vía Internet. Lo único que decía su página web era que los vuelos estaban cancelados por razones meteorológicas.
No obstante el virus ya estaba “inoculado”, por lo que empecé a averiguar en qué otros lugares del mundo se realizaban vuelos en dirigible con pasajeros.
Fue así que accedí a “ZLT Zeppelin Luftschifftechnik GmbH & Co KG (ZLT)” que ofrecía este tipo de vuelos desde la localidad de Friedrichshafen en Alemania. Empresa que también se dedica a desarrollar, construir y vender dirigibles, habiendo iniciado sus operaciones en 1993.
Los vuelos que ofrecen tienen una duración entre 30 y 120 minutos, ofreciendo 12 recorridos, los que se efectúan a 1000 pies de altitud.
La experiencia puede adquirirse por medio de su la página web, y se recibe el correspondiente pasaje y tarjeta de embarque al presentarse al check in. La cantidad de pasajeros por vuelo es de una docena más dos tripulantes.
Inicialmente se realiza un briefing de seguridad, en un salón especial, incluyendo un vídeo explicativo. Seguidamente, una camioneta traslada a los pasajeros hacia la plataforma donde opera el dirigible. Los pasajeros desembarcan y embarcan simultáneamente de a pares, a los efectos de mantener con poca variación el peso de la aeronave.
La misma cuenta con 3 motores pivotantes, dos a los lados y un tercero en la cola. Un cuarto motor fijo sobre la cola que se encuentra dispuesto como el rotor de cola de un helicóptero, proveyendo mayor control de guiñada.
El despegue y aterrizaje se producen con un pronunciado ángulo de ataque que no incomoda al pasajero por la reducida velocidad de ascenso y descenso.
Durante el vuelo la vibración que transmiten los motores es mínima. Se cuenta con amplias ventanillas juntamente con un par de ventanas más pequeñas que se abren para poder tomar fotografías sin el reflejo del plexiglás.
El tren de aterrizaje consiste en una rueda principal adosada a la cabina y una rueda secundaria montada en la parte posterior del fuselaje. Los motores pivotantes y los timones proveen un adecuado control en todo momento.
Luego del aterrizaje los pasajeros son invitados a compartir una copa, al tiempo que se extiende un certificado del vuelo. La experiencia es sumamente gratificante y verdaderamente diferente. -ver Video-.
Detalle de la aeronave
* cn. 003 Zeppelin LZ N07-100 Zeppelin NT - // D-LION Sep98 D-LZZF Deutsche Zeppelin Reederei Abr2003.
La visita al Museo Zeppelin la realicé el mismo día que había efectuado el vuelo en el dirigible de la empresa Zeppelin NT.
Fue como hacer una retrospectiva que se iniciara con el vuelo y luego ir retrocediendo hacia sus orígenes.
Toda la estética del lugar llevaba a un pasado glamoroso. En algunas de sus vitrinas podían observarse objetos antiguos, de uso cotidiano, inspirados en los dirigibles, mostrando la admiración que produjo desde sus inicios.
La historia de esta forma del vuelo muestra la persistencia de algunos para mantenerla vigente hasta nuestros días. Una maravilla que merece mucho más que las tristemente célebres imágenes del Hinderburg incendiándose…
Aeronaves que asemejan plácidas ballenas que se deslizan por el océano del cielo cuyos pasajeros lucen a modo de privilegiados “Jonaces” del aire que disfrutan de una era que resiste a terminarse…
Ricardo Ohoka (H).