"En los años 50s, desde la Darsena F del Puerto de Buenos Aires, solía ver la partida de los Short Sandringham. Me acuerdo siempre que el ruido de sus motores se escuchaba desde muy lejos. -A modo de humorada- Hoy lo pienso como si el 50% de la potencia de sus motores se esfumaban en hacer ruido. Era espectacular. El decolaje daba la impresión que le costaba, y era tan largo que parecía que se extendía hasta Colonia. Un espectáculo". -Richard Campbell-.
ver El Final de los Hidros *