08/06/2021

El último Martin, los Skyhawk y el embajador

El National Museum of the United States Air Force, está situado en Wright-Patterson Air Force Base, Riverside, cerca de Dayton, y es uno de los museos más grande del mundo, al tiempo que es el museo más antiguo de la aviación militar, contando con más de 400 aviones y misiles, la mayoría de ellos dentro del edificio. Entre sus piezas, exhibe el único Martín B-10, que posee pasado argentino. Las tareas de restauración del aparato recayeron en el 96º Escuadrón de Mantenimiento Móvil, de Reserva en la base de US Air Force, en Kelly, Texas, concretadas entre 1973 a 1976. La aeronave llegó a los Estados Unidos merced a una donación según surge del Boletín Oficial. 

DONACION
Excelentísimo señor Presidente de la Nación:
Buenos Aires, 21May70

TENGO el honor de dirigirme al Primer Magistrado, a fin de someter a vuestra consideración un Proyecto de Ley por el cual se propicia la transferencia en forma definitiva y sin cargo a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América de un avión Martin B-10, en el estado en que se encuentra actualmente. Dicha unidad fue oportunamente radiada del servicio y declarada en condición de desuso, destinándosela a fines didácticos previo a su desarme completo. La Fuerza Aérea estadounidense ha manifestado que dicho avión es el único B-10 que se tiene conocimiento exista en la actualidad, y que es de sumo interés por razones históricas. su incorporación al Museo de dicha Fuerza instalado en la Base Aérea Wright Patterson, Por tal motivo, su cesión será un acto que pondrá de manifiesto las cordiales relaciones existentes entre ambos países, y además por el hecho de entregarse y mantenerse con las insignias de la Aviación Naval Argentina, se contribuirá a destacar a imagen de la Armada Argentina. En consecuencia, teniendo en cuenta que este Ministerio no está facultado a efectuar la transferencia que sea propicia por las limitaciones que establece la Ley Nacional de Contabilidad solicito a vuestra excelencia quiera tener a bien otorgar sanción favorable al Proyecto de Ley que se acompaña.
Dios guarde a Vuestra Excelencia.
José R. Cáceres Monié
Pedro A. Gnavi

LEY No 18.719 / Bs. As., 30Jun70. En uso de las atribuciones conferidas por el artículo 5º del Estatuto de la Revolución Argentina, el presidente de la nación argentina sanciona y promulga con fuerza de ley:
1 Artículo 19 Facultase al Poder Ejecutivo Nacional para efectuar la transferencia definitiva y sin cargo del avión Martin B-10, en el estado en que se encuentra, al Gobierno de los Estados Unidos de América, con destino al Museo de su Fuerza Aérea instalado en la Base Wright Patterson.
Art. 29 El Poder Ejecutivo Nacional queda facultado para coordinar con las autoridades estadounidenses las medidas necesarias para que el avión citado en el artículo 1º de esta Ley, conserve en forma permanente las insignias de la Aviación Naval perteneciente a la Armada Argentina.
Art. 39- Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese.

LEVINGSTON.

Publicado en el Boletín oficial el Viernes 10Jul70
José R. Cáceres Monié

Detalle de la aeronave
* cn. 715 Martin 139WAN - 0080 Aviación Naval Argentina dd. 24Dic36, arribó en Nov37, 0080/2-B-1 es 1943. rr. 0080/3-B-6. Radiado del servicio activo durante 1949. Transferido a la ENET "Jorge Newbery" de Villa Luzuriaga. Transferido a a los Estados Unidos 21Ago70. Puesto en valor con identidad de la US Army Air Corps y serial "33-146".
La Aviación Naval Argentina había adquirido a fines de 1936 12 aeronaves Martin 139WAN mas un demostrador que la compañía Glenn L. Martin Company había destacado en la región. Los aparatos operaron desde la Base Aeronaval de Punta Indio y también desde la Base Aeronaval Comandante Espora. Estos aparatos formaron parte de la flota de la Aviación Naval hasta 1949, cuando los elementos sobrevivientes fueron radiados del servicio activo. El ejemplar 0080/3-B-6, había sido dado de baja con 1.297,30hs de vuelo, siendo destinado a la escuela de educación técnica Jorge Newbery con el fin de ser empleado con fines didácticos.

Desgraciadamente, sobre un total de 348 unidades Martin B-10 contemplando todas sus versiones, ninguno de ellos logró ser preservado. El National Museum of the United States Air Force por años intentó conseguir un ejemplar para su colección. Vale destacar que el B-10 fue el primer bombardero monoplano enteramente metálico producido en serie para el US Army Air Corps. 
Cuando el personal del museo americano tomó conocimiento que el único B-10 sobreviviente se encontraba en Argentina, inició una serie de negociaciones a fin de conseguir su preciada pieza para el museo. Oficialmente, desde el Museo se destaca el magnífico gesto de amistad entre Argentina y Estados Unidos, que significó la entrega de este avión el 21Ago70. El obsequio fue aceptado por el embajador de Estados Unidos en Argentina, John Davis Lodge. Previamente, el funcionario se había desempeñado como actor cinematográfico, y recién se volcó a la política en 1940, siendo afectado a cargos diplomáticos en España, Argentina y Suiza. El funcionario del país del norte resultó ser una pieza fundamental en la concreción del traslado del B-10 y paralelamente ofició de facilitador de la venta de 16 aviones Douglas Skyhawk que se sumaron a la Aviación Naval. ¿Puede llegarse encontrar alguna coincidencia entre ambas transacciones? Es curiosa las gestiones de ida y vuelta del embajador para la misma época, enfatizando en la liberación de los reactores en una carta dirigida al presidente Richard Nixon, en la cual ponderaba las excelentes relaciones entre ambos países.


Buenos Aires, 11 de febrero de 1970

Querido Señor Presidente:
Por medio de la presente recomiendo que tome una pronta decisión en la autorización necesaria para liberar la venta de 16 aviones A-4B a Argentina, asunto que considero de crucial importancia para relaciones con este país. Después de largas discusiones preliminares, el pasado mes de Sep69 el gobierno de Argentina solicitó formalmente permiso para adquirir estos aviones de nuestro gobierno para su uso a bordo de un portaaviones recientemente comprado a Holanda. Esta solicitud ha sido objeto de discusiones interdepartamentales en varios niveles, más recientemente por el Comité de Subsecretarios. La incapacidad de los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos. Para resolver este asunto en niveles inferiores refleja la complejidad y magnitud de los problemas involucrados, incluida la política de armas de EE. UU. hacia América Latina en general, el efecto sobre los países vecinos y ciertas consideraciones internas de EE. UU. centradas en el Congreso. El minucioso escrutinio al que ya se ha sometido esta solicitud asegura que los numerosos argumentos de peso tanto a favor como en contra de esta venta serán puestos en su conocimiento en los documentos de personal pertinentes.
Sin embargo, desde el punto de vista de nuestras relaciones bilaterales con Argentina, estoy convencido de que las razones de tal venta superan inmensamente a las que están en contra. Creo que sería negligente, en virtud de las responsabilidades que me ha encomendado, al no transmitirle directamente mi firme opinión sobre la cuestión fundamental desde este punto de vista. 
Los líderes de este gobierno, y en particular los líderes militares, quienes mantienen el equilibrio del poder político, han dejado muy claro que consideran la venta de estos aviones como una prueba de nuestro interés y sinceridad en mantener el actual nivel amistoso de nuestras relaciones, que ha dicho el canciller Martín son los más cordiales de nuestra historia. La inusual experiencia de una Argentina cooperativa, una de las grandes potencias de América Latina con un potencial futuro aún mayor, ha abierto oportunidades prometedoras para facilitar nuestro manejo de algunos de nuestros problemas latinoamericanos más espinosos. Esto ya ha dado sus frutos en una estrecha coincidencia de posiciones sobre muchos temas internacionales importantes, incluidas las relaciones Este-Oeste, Cuba y Vietnam, y en el papel moderador que Argentina ha ejercido en nuestros problemas actuales en Perú y Bolivia. 
No me cabe duda de que la actual cordialidad y cooperación del gobierno argentino se invertirá abruptamente si el gobierno de los Estados Unidos no puede responder a su solicitud de A-4B. Esto no se debe a la importancia de los aviones en sí, ya que el gobierno argentino si nos negamos a suministrar los aviones puede y seguramente los adquirirá de fuentes europeas, aunque con muchas molestias y con un costo mucho mayor. Estos aviones ahora se han convertido en un símbolo, y nuestra negativa a ponerlos a disposición, seguramente se interpretaría como una postura hostil de Estados Unidos hacia este país. Argentina tendría todo el derecho a considerar que Estados Unidos se niega a tratarlo como un socio maduro. El potencial y destino de los argentinos, la diferencian del resto de América Latina.
Aunque se prometió una respuesta a Argentina para la Navidad pasada, el problema aún no se ha resuelto y el retraso en sí mismo amenaza con socavar parte del comercio que se podría esperar que genere la venta. Por lo tanto, una decisión temprana es sumamente importante y su naturaleza tendrá mucho que ver con mi efectividad futura aquí.
No subestimo, señor Presidente, las facetas más amplias de este tema, que debe tener en cuenta para llegar a una decisión. Mi propósito es brindarles mi visión personal sobre el impacto de este asunto en nuestras relaciones bilaterales con el Gobierno argentino.

Respetuosamente suyo,
Embajador John Davis Lodge 

Fuentes y agradecimientos: Scramble, Facebook/Fuimos del Jorge Newbery, Department of State / Office of the Historian, nationalmuseum.af.mil.