18/08/2023

One Eleven - 60 años y mis vivencias


 
Me han contado que mi primer vuelo, desde Tucumán a Aeroparque, lo hice a bordo de un Douglas DC-4. No recuerdo ni vagamente el hecho. Sólo atesoro el relato familiar. Sí en cambio, tengo presente de forma cuasi fotográfica mí primer vuelo en BAC One Eleven. El mismo fue en Ene69, a bordo del aparato LV-JGX. Por aquellos tiempos mi familia se instalaba todo el verano en Mar del Plata. Cuando mi padre culminaba sus vacaciones, solía viajar a la costa los fines de semana para estar con nosotros. En uno de estos viajes, por alguna razón lo acompañé junto a mi hermano desde Mar del Plata a Buenos Aires, volando en el BAC de Aerotransporte Litoral Argentino. Tengo en la memoria el olor a plástico interior. La recepción con caramelos masticables Sugus, -con la particularidad que algunos decían ALA, mientras que los que decían Austral presentaban el clásico pingüino-. Que la numeración de los asientos estaban señalados rotuladores de Sylvaletra. -Por cierto, muy populares por aquellos tiempos-. Y que nos dieron servicio de abordo, en un vuelo que apenas duraba 40 minutos. Al descender en Aeroparque, mi padre me alzó en sus brazos y de camino al autobús que nos condujo a la terminal me dijo "Tocále la nariz al avión"... Días después regresamos a Mar del Plata, en otro 1-11, pero de Austral. Debió ser uno de la serie 420EL, ya que mi padre solía decir: "Uno de los cortitos". En poco tiempo de ese primer vuelo, ALA y Austral se fusionaron, implementando sobre los fuselajes una amplia gama de tonos y una presentación muy innovadora. El color es algo que siempre atrae. Sin lugar a dudas quienes comandaban Austral por aquellos tiempos fueron visionarios. No sólo se trababa de la presentación de los aviones. Los uniformes, las tarjetas de embarque, las publicidades, conformaban un todo. Un sinónimo de modernidad, en el cual los reactores ingleses eran el centro de atención. De chico tenía un par de maquetas metálicas de los 1-11, que vendían en los vuelos. Los míos venían en una prolija caja que repetía los colores institucionales, -en la gama de azul-, con un sostén muy simple de alambre duro. Desafortunadamente no conservo ninguna de ellas. Austral vendía el BAC, hasta en los más mínimos detalles.
    Las visitas familiares a los aeropuertos en mi infancia eran algo clásico. Ya sea para recibir o despedir a alguien cercano, o simplemente a modo de paseo. Cualquier aeropuerto era bueno para hacer unas fotos, mucho mejor si se veía un BAC.
    Tuve la suerte hacer muchos vuelos en BAC. Los destinos más frecuentes eran Neuquén y Mar del Plata. El día 26Mar89, con un amigo abordamos el LV-JNS en el aeropuerto El Plumerillo de Mendoza de regreso a Buenos Aires. El trayecto hacía escala en Córdoba. A la salida del aeropuerto mediterráneo, el avión efectuó un ascenso pronunciado seguido de un viraje rápido que nos regresó a la pista de Pajas Blancas. La tripulación comunicó que se había astillado el parabrisas. Luego de las verificaciones del caso, más allá del inconveniente detectado, pudimos reemprender el viaje hasta Aeroparque. Este sería mi último vuelo en el reactor inglés. Aunque, claro está, en ese momento no lo sabía.
    
En algunos viajes tuve la suerte de ver otros BACs, como los de TACA, Dan Air, los coloridos de Transbrasil, -en particular el azul y el verde-, y los de Faucett en Perú. Más cercanos en el tiempo, accedí al par que están preservados en Chile, y que formaron parte de Ladeco.
    Por alguna razón estos aparatos siempre me generaron esa atracción, que sé, que comparto con muchos. Seguramente algunos podrán afirmar con toda razón que: eran ruidosos, pequeños. Superados. Pero como suele decir un amigo: "Era lo que había...". En su tiempo, fueron notables. Han pasado seis décadas. Si bien sólo se ensamblaron 245 aparatos, lograron dejar su marca en el mundo y trascender. Y aunque hoy, ya no se los vea en los aeropuertos, permanecerán en nuestra memoria.
    El día 20Ago2023, el BAC One Eleven cumple 60 años. Hace muchos años que no vuela, pero se sigue hablando de él. Por algo será.