Diversos medios periodísticos, se hicieron eco acerca de la noticia que durante la jornada del 19Oct67, efectivos federales habían logrado frustrar un contrabando de cigarrillos procedente de Paraguay. Los oficiales realizando una patrulla de rutina, sorprendieron a un grupo de personas que con dos vehículos que aguardaban la llegada de una aeronave en el paraje sanjuanino Pampa del Gigantillo.
Tras reducir a los sospechosos descubiertos, se resolvió aguardar la llegada del aparato que se produjo con la complicidad de la noche, cerca de las 20.00 horas. La aeronave, un bimotor Lodestar, - N6L cn. 18-2424- sobrevoló el lugar, en algunas oportunidades, pero no resolvía aterrizar, dado que inicialmente los detenidos se negaban a dar la señal para que el avión lo hiciera. Uno de los efectivos policiales comenzó a circular con uno de los vehículos por la improvisada pista haciendo señales con las luces del mismo. La tripulación del avión realizó un circuito próximo al descenso. Pero en la instancia final, se percataron que se trataba de una redada. El piloto intentó ganar altura acelerando los motores Pratt and Whitney, de 12.000 caballos. Para contrarrestar el escape, los efectivos abrieron fuego provocando el daño en uno de sus motores y la consecuente caída del aparato.
Con premura, los oficiales se acercaron al maltrecho fuselaje, deteniendo a sus ocupantes. El piloto contaba con prolíficos antecedentes en materia de vuelos bagalleros. Mientras lo extraían del interior del del avión, -según el relato posterior de los efectivos-, a viva voz ofrecía a cada uno de los efectivos un soborno de un millón de pesos moneda nacional para cada uno, en favor de su liberación... -Algo más de U$S 2500 per cápita-.
En el país, los años 60s, fueron prolíficos en materia de vuelos bagalleros. Hoy, … tal vez no llegamos a tener idea de lo que ocurre...
El Lodestar, parecía ser un aparato ideal para ser utilizado en la realización de actividades ilegales en Lationoamérica. En total se ensamblaron 625 unidades de todas las variantes. Finalizada la guerra, algunos Lodestar fueron remozados, siendo reinsertados al servicio civil. La mayoría como transportes ejecutivos, con un precio sumamente accesible, al tiempo que presentaban una capacidad de carga muy tentadora. La potencia de sus motores le permitía un peso máximo al despegue al de 9825 kilogramos y un alcance que superaba los 4000 kilómetros. El avión había ganó una popularidad casi de culto. Con una carga útil ligera, un buen piloto no tenía problema alguno en despegar en tan sólo 300 metros. Y con sólo 550 metros podía aterrizar y detenerse.En mucho influyeron Bill Lear y Kenny Burnstine. El primero era un capitalista de la industria aeronáutica que reinventó el modelo en la inmediata postguerra. Adquiriendo un buen número de Lodestars, los cuales fueron modificados para brindar mejores prestaciones. Mientras que el segundo, un experto en la industria del contrabando de marihuana, supo aprovecharse y sacar ventajas de las cualidades del aparato. Y más aún, propagandizar las virtudes del Lodestar con sus andanzas.
Detalle de la aeronave* cn. 18-2424 Lockheed 18-50 Lodestar (1942) - FK310 Royal Air Force ntu "Lockheed Lodestar II", 42-32230 US. Army Air Force s/d., NC69409 s/d. -convertido a Lockheed 18-50 Lodestar-, rr. N69409 s/d., N6L Tecon Corp. 1954 canx 23Nov70.