15/01/2021

El "366"

En alguna oportunidad reseñamos sintéticamente, la recuperación de un North American AT-6D Texan en Uruguay. Tabaré Ifrán desde la vecina orilla comparte gentilmente un detallado informe del proceso de la puesta en valor del avión y sus gestores. Al mismo tiempo, Wilman Fuentes ilustra estas líneas con imágenes de su autoría. El agradecimiento pertinente para ambos. Bien vale recordar que en la conmemoración del Doble cruce del Río de la Plata en 2017, el presente aparato lideró la comitiva uruguaya que arribó a Morón el día 11Nov2017, tripulado por Alberto. M. Zanelli (Comandante en Jefe de la F.A.U.) y el Sr. Brigadier General Don Ismael Alonzo (Jefe del Estado Mayor General).

El North American AT-6D FAU-366 llegó a Uruguay el 19Oct54, siendo parte de otros nueve AT-6D que arribaron en ese mismo mes en sendos vuelos realizados por aviones C-124 de la USAF. Cabe señalar que la Fuerza Aérea Uruguaya operó cincuenta Texan, los que fueron incorporados desde 1942 hasta 1984. El FAU-366 (modelo NA-88, cn. 88-18228, USAF 42-86447) a lo largo de su vida operativa estuvo asignado a la Brigada Aérea II y a la Escuela Militar de Aeronáutica.
Para 1986 la Fuerza Aérea Uruguaya contaba en su inventario con once AT-6, siendo las siguientes máquinas: FAU 337, 340, 363, 366, 368, 370, 372, 373, 375, 378 y 379. De ese total sólo estaban operativos el 337 y el 372. Al año siguiente sólo quedaría en condiciones de vuelo el 337, ya que el 372 y 379 estaban en mantenimiento, mientras que el 366 y 378 se encontraban en la Brigada de Mantenimiento Aeronáutico, de la FAU, hg. cursando inspección mayor. En 1988 las aeronaves quedaron inoperativas, por lo que se decide su preservación en su base de asiento, la Brigada Aérea II en Durazno. Respecto del AT-6 que nos ocupa podemos decir que su último vuelo en la FAU fue el 10May89, quedando inoperativo por una pérdida de aceite a través de una platina del cigüeñal. De ahí en más sólo volvería a volar el 372, aeronave que se perdió en accidente el 19Ene93 en el Polígono de Tiro en La Carolina, falleciendo sus dos ocupantes.

En los primeros meses de 1991 los Texan fueron llevados a la Brigada Aérea I con el fin de ponerlos en venta, lo que se concretó recién en noviembre con la apertura de la licitación número 159/91, en la modalidad de venta mediante licitación por sobre. Los AT-6 consignados en dicha licitación fueron nueve, rotulados de la siguiente forma: Lote 7 FAU-337, Lote 8 FAU-340, Lote 9 FAU-363, Lote 10 FAU-366, Lote 11 FAU-368, Lote 12 FAU-370, Lote 13 FAU-375, Lote 14 FAU-378 y Lote 15 FAU -379. Cabe mencionar que los aviones, los motores y las hélices se vendían por separado en razón de las disposiciones estipuladas por el Military Assistance Program. Por tanto, el Lote 21 correspondía a seis motores, el lote 25 a ocho hélices y el lote 29 a diversos componentes y repuestos de los aviones. Enrique Abeledo, empresario aeronáutico argentino adquirió junto con Delfín Díaz Álvarez, piloto de línea aérea uruguayo, tres T-6, siendo las máquinas 366, 375 y 378 y partes del 340, junto a dos hélices. El resto de las aeronaves y motores tuvieron en el los años siguientes destinos dispares: el 368 fue llevado al poco tiempo a la Escuela Militar de Aeronáutica para ser exhibido, pero con otro numeral y los numerales 337, 370 y 379 fueron vendidos en Estados Unidos y Canadá. En el correr del año 1993 Delfín Díaz llevó a su Hangar en el Aeropuerto de Colonia los aviones con el fin de inventariar las partes a usar y comenzar con los trabajos de restauración. Se decidió darle prioridad al 366 debido a que era el único que poseía el asiento trasero giratorio y la carlinga trasera rebatible para la práctica de artillería. El estado de los Texan era muy pobre, con muchos faltantes. De manera que Delfín rescató componentes del resto de los Texan con sus respectivas alas, adquiriendo además en el medio local y en el exterior, piezas y repuestos vitales. El motor se adquiere a la FAU en el año 1995, proveniente del Museo del Ejército del Aire de España el cual había sido donado en su momento para colocarlo en el FAU-372, el cual lamentablemente se perdió en accidente junto a su tripulación, como ya se dijera. Delfín Díaz era un avezado mecánico y piloto de línea aérea. Al tiempo de comenzar los trabajos en Colonia, alternaba con vuelos en su empresa de publicidad y de línea aérea. Además de realizar mantenimiento de otras aeronaves. Viajaba desde Montevideo hasta Colonia entre semana y en el correr de los años, en forma periódica y por momentos discontinuada se encargó de la restauración, logrando importantes avances en avión, llegando a dejarlo en un ochenta por ciento funcional en materia de cables de comandos y sistema hidráulico. Incluso dejó operativo el sistema del tren principal en cuanto a su retracción. Reconstruyó a nuevo la carlinga y el sistema del asiento trasero para el fotógrafo o artillero. Delfín Díaz y su hijo Diego perdieron la vida el 31May2004 en un accidente de aviación en el Aeropuerto de Melilla. Enrique Abeledo entabló comunicación con diversos talleres aeronáuticos tratando de encontrar uno que completara la restauración con la misma dedicación, atención al detalle y cariño con que Delfín Diaz había realizado. Finalmente contrató los trabajos al taller aeronáutico Aerotecno, ubicado en el Aeropuerto Ángel Adami, bajo la dirección técnica de Gustavo Bignone. La firma Aerotecno para ese entonces se había posicionado como un taller de excelencia en nuestro medio, lo que se tradujo luego en la etapa final de restauración y puesta a punto del 366.

A principios del año 2005 los aviones fueron llevados por tierra desde Colonia hasta Adami y a partir de abril se comenzaron los trabajos respectivos a cargo de Gustavo Bignone con la colaboración desde el vamos de Higinio Pereira. La primera etapa consistió en desarmar completamente el avión ya que tenía más de dos años de armado, revisión del sistema hidráulico y de combustible e inventario de repuestos y partes del resto de los Texan adquiridos con el fin de su canibalización. En el mismo año se cumple con la segunda etapa que consistía en revisar el motor para chequear que los cilindros no tuvieran corrosión. Revisión de magnetos, sistema hidráulico y de combustible. La tercera consistió en enviar a los talleres de Charles Chalking en Paysandú la hélice y gobernador para recorrida y puesta a punto. En el correr del año 2006 se cumplieron con las etapas cuarta y quinta, siendo en detalle: montaje de las alas, reparación de estructura, planos fijos y móviles y por último peso y balance, ensayo de motor, montaje de instrumentos y aviónica e instrumentar la documentación del avión, tarea esta última, encomendada al Ingeniero Mecánico Gustavo Zabalza, quien además elaboró los planes de vuelos de comprobación, llevados a cabo a partir de May2008. Lo cual se detallará más adelante.
Luego de evaluar los posibles esquemas de color que el 366 usó durante su carrera en la FAU, Enrique Abeledo decidió recrear la librea más vistosa y colorida, que fue la que lució el avión durante sus años en la Escuela Militar de Aeronáutica en la década del sesenta. El uso de dicho diseño y colores fueron aprobados por la FAU por una nota del 27Mar2006. Al año siguiente se cumple con la sexta etapa en cuanto trabajos de pintura y a partir de May2008 se comienza con la etapa séptima y final que consistía en los ensayos de vuelo y carreteo, confección del manual de vuelo, recambio de neumáticos, y tener pronto el papeleo necesario para el certificado de aeronavegabilidad, siendo matriculado como CX-NAT por North American Trainer, en referencia a su fabricante original (North American Aviation).
El 07Nov2008 el avión voló por primera vez, recayendo el honor en el Brigadier (Av.) Ismael Alonzo, seleccionado en razón a su experiencia de más de 5.000 horas de vuelo en T-6 como piloto instructor, quien además siguió de cerca el proceso de restauración. El vuelo se realizó en forma satisfactoria y consistió en una vuelta de pista en Adami. Luego le siguieron seis vuelos más de comprobación realizados en diferentes niveles de vuelo a partir de dos mil pies.

En 2011 Enrique Abeledo, propietario del avión, se radicó en forma permanente en Dinamarca debido a motivos laborales, resultándole impráctico mantener una aeronave en vuelo a varios miles de kilómetros de distancia para solo poderla disfrutar dos o tres horas al año. Fue entonces que el 366 fue puesto en venta y gracias a las gestiones de Aerotecno terminó vendiéndose a la Fuerza Aérea Uruguaya el 24Ene2013. El Brigadier Alonzo lo voló en forma permanente, asistiendo a casi todos los festivales y encuentros aeronáuticos del País, incluso su último vuelo data del 01Feb2019, fecha de su retiro de la Fuerza Aérea Uruguaya.

Tabaré Infrán